Le harán una electromiografía (EMG) y estudios de la conducción nerviosa para evaluar el funcionamiento de sus músculos y de sus nervios. En la mayoría de los casos se realizan los dos exámenes en la misma visita. En la mayoría de los casos se realiza primero el estudio de la conducción nerviosa. Le pedirán que se recueste sobre una mesa de examen y lo cubrirán con una manta. Es posible que le hagan uno o los dos exámenes siguientes:
Estudio de la conducción nerviosa
Se utilizan corrientes eléctricas suaves para evaluar la velocidad de transmisión de los impulsos entre los nervios. El proveedor de atención médica le colocará unos pequeños discos metálicos (electrodos) en la piel que cubre la zona que le van a examinar. Se colocarán mediante un gel o una pasta a base de agua. Un médico o un técnico aplicará corrientes suaves a su piel. Sus músculos se contraerán involuntariamente, pero el examen no le hará ningún daño. Las corrientes por lo general se aplican en la misma zona varias veces. Habitualmente, la intensidad de la estimulación eléctrica se incrementa en cada parte del cuerpo. Se puedan sentir pequeñas molestias que varían de una persona a otra. Sin embargo, la carga eléctrica no es peligrosa. El examen puede continuar en otras partes del cuerpo, a menos que el motivo del examen se limite a una pequeña parte del cuerpo.
Electromiografía (EMG)
Para este examen le quitarán la mayoría de los electrodos. El proveedor de atención médica limpiará con alcohol la zona que se examinará. Se colocará una aguja muy delgada y estéril en los músculos de esa zona. Cuando se introduzca la aguja podrá sentir como un pellizco en la piel. Trate de relajarse y seguir las instrucciones. Le pedirán que relaje y contraiga los músculos que se están examinando. Si sigue las instrucciones, le permitirá a su proveedor interpretar los resultados del examen.
Informe al técnico
Para garantizar su seguridad y para obtener resultados precisos, dígale al técnico si usted se encuentra en alguna de las siguientes situaciones:
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Tiene problemas de sangrado.
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Toma anticoagulantes (medicamentos que diluyen la sangre) u otros medicamentos, incluidas las aspirinas.
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Tiene problemas relacionados con el sistema inmunitario.
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Ha tenido una cirugía del cuello o de la espalda.
También le pueden hacer preguntas sobre su estado general de salud.
Antes de la prueba
Prepárese para la prueba tal como se lo hayan ordenado. Dúchese o báñese, pero no se ponga talco, aceite ni loción. La piel debe estar limpia y libre de grasa. Use ropa holgada. Pero tenga presente que podrán pedirle que se ponga una bata de hospital. El examen completo durará unos 60 minutos. Llegue temprano, para tener tiempo de registrarse. Algunos medicamentos pueden interferir con la prueba, así que averigüe si debe dejar de tomar alguno.
Después de la prueba
Antes de que se vaya, le retirarán todos los electrodos. Puede volver de inmediato a su rutina normal. Si siente cansancio o alguna molestia, descanse. Si le habían ordenado que dejara de tomar sus medicamentos para el examen, averigüe cuándo puede volver a tomarlos. Su proveedor de atención médica le informará cuando tenga listos los resultados de los exámenes.
