La meningitis es una infección o inflamación de la membrana y el líquido que rodean el cerebro y la médula espinal. La meningitis vírica es causada por un virus. Puede comenzar como una enfermedad diferente, como gastroenteritis o “gripe estomacal”. La mayoría de los casos ocurren en niños menores de
Síntomas de la meningitis
La meningitis vírica no representa una emergencia. Sin embargo, los síntomas generalmente son los mismos que los de la meningitis bacteriana, que es una afección más grave. Usted no podrá determinar cuál de los dos tipos tiene su hijo, por lo que es importante que busque atención médica de inmediato si su hijo tiene alguno de estos síntomas:
-
Fiebre superior a
100.4 ºF (38.0 ºC) (en bebés menores de 2 meses) -
Dolor de cabeza muy fuerte que no desaparece
-
Cuello rígido (espalda o cuello arqueado en los bebés)
-
Malestar estomacal (náuseas) o vómitos con dolor de cabeza
-
Somnolencia y dificultad para despertarse
-
Irritabilidad o desagrado por que lo toquen
-
Erupción con moretones o manchas en la piel
-
Sensibilidad a la luz
-
Falta de apetito
Nota: si un recién nacido o un bebé está irritable, muy somnoliento o apenas come, llévelo de inmediato a su proveedor de atención médica. Haga que lo revisen incluso si no tiene fiebre.
Diagnóstico de la meningitis
Para diagnosticar la meningitis, se realizan ciertas pruebas. Estas pueden determinar si la meningitis es bacteriana o vírica. Entre estas pruebas se encuentran las siguientes:
-
Punción lumbar. Se toma una muestra del líquido cefalorraquídeo del conducto vertebral ubicado en la parte baja de la espalda. Se hace para ver si hay señales de bacterias o de virus. Esta es la prueba principal para el diagnóstico de la meningitis.
-
Pruebas de diagnóstico por imágenes. Estas pueden incluir una resonancia magnética o una tomografía computarizada. Se usan para detectar las zonas donde hay hinchazón e inflamación.
Tratamiento de la meningitis vírica
La meningitis vírica suele desaparecer por sí sola al cabo de