¿Con qué frecuencia debo amamantar al bebé?
Alimente a su recién nacido cada vez que muestre señales de tener hambre. Una recomendación general es amamantar al bebé unas 8 a 12 veces cada 24 horas, es decir, cada 2 a 3 horas. Es importante despertar a los recién nacidos para alimentarlos al menos cada 3 horas hasta que vuelvan a su peso de nacimiento. Una vez que el recién nacido muestre que pedirá suficiente leche como para crecer de manera adecuada, no será necesario despertarlo para que coma. Y, por lo general, se podrán espaciar las comidas si no tiene hambre. Con tiempo y paciencia, usted y su bebé formarán su propio programa y patrón de alimentación.
¿Durante cuántos meses debo amamantar al bebé?
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por su sigla en inglés) y la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por su sigla en inglés) recomiendan empezar a amantar lo antes posible, idealmente durante la primera hora después del parto. Se han hecho estudios que demuestran que el contacto directo con la piel después del parto puede servir de estímulo. Ambas organizaciones fomentan la lactancia materna de forma exclusiva, sin ningún otro suplemento, para los recién nacidos sanos durante los 6 primeros meses de vida. A los 6 meses, el bebé puede empezar lentamente a consumir alimentos sólidos también. Pero se aconseja seguir amamantándolo al menos hasta que cumpla un año. Después del primer año, puede seguir amamantándolo hasta que cumpla 2 años o más. O puede optar por dejar de hacerlo.
¿Está tomando suficiente leche mi bebé?
Hay algunas maneras de controlar que su bebé tome suficiente leche.
La prendida al pecho
Sabe que su bebé toma leche si escucha sonidos de que engulle y traga y no solo chupa. Observe que abra y cierre la mandíbula de forma constante como otra señal de que se "prendió" bien. Si esto le duele, es importante que busque ayuda de un especialista en lactancia o de su proveedor de atención médica. Podría ser un indicio de que su bebé tiene problemas para prenderse de forma correcta y que no está extrayendo bien la leche del pecho. La mayoría de las veces, este es un problema común que se maneja fácilmente con un poco de ayuda. Pero la lactancia no debería causarle un dolor constante. Por este motivo, es necesario encontrar un especialista en lactancia que evalúe la forma en la que el bebé se prende.
Frecuencia de la producción de orina y heces
También puede notar cuánta leche está tomando su bebé llevando la cuenta de los pañales que usa. Hacia el final de la primera semana de vida:
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El bebé debería tener 1 pañal mojado el día 1 y 2 pañales mojados el día 2. La cantidad debe aumentar a razón de un pañal mojado más cada día, hasta llegar a 6 pañales mojados el día 6 y luego unos 6 pañales mojados todos los días. La orina tendrá un color amarillo pálido, no amarillo oscuro ni naranja. Los pañales mojados deben mantener esta cantidad a medida que el bebé que amamanta crece.
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El bebé debería defecar de 3 a 4 veces por día. La cantidad debe ser al menos una cucharadita (no simples manchas). Para el día 4 de vida, el meconio o las primeras heces negras, amarronadas y pegajosas deberían empezar a cambiar a un color verdoso, y, al cabo de uno o 2 días, a haces blandas y cuajadas de color amarillo. Estas son heces normales en un bebé que amamanta. Es común que los bebés que amamantan defequen después de cada alimentación. Entre la segunda y la cuarta semana de vida, la cantidad de evacuaciones debe aumentar a unas 5 por día. Después de un mes, esta cantidad suele disminuir. Quizás tenga 1 o 2 por día. Algunos bebés pueden estar uno o más días sin defecar. Si esto ocurre, cuando vuelva a defecar lo hará en mayores cantidades. Si le preocupan la orina o las heces de su bebé, hable con el proveedor de atención médica de su hijo.
El peso
Es normal que el bebé baje un poco de peso durante los primeros 3 a 4 días de vida. Por lo general, durante este período, los bebés pierden entre un 7 % y un 10 % de su peso al nacer. Luego de este período, debería empezar a aumentar de peso de nuevo. Y, transcurrida la segunda semana, debería haber recuperado el peso que tenía al nacer. Durante las semanas siguientes, aumentará alrededor de media onza a una onza (de 14 g a 28 g) por día.
¿Mi bebé necesita vitaminas?
Todos los bebés que amamantan deben tomar unas 400 unidades internacionales (UI) al día de vitamina D (fórmula infantil). Se la puede recetar su proveedor de atención médica. O puede comprarla sin receta.
Cuando el bebé tenga 6 meses, puede empezar a ofrecerle alimentos que contengan hierro. Debe considerar la posibilidad de que necesite suplemento de hierro con el proveedor de atención médica del bebé.
¿Qué debo hacer si mis pechos se hinchan, están sensibles o me duelen?
Estos síntomas por lo general se deben a que los pechos están llenos de leche (se congestionan). Es común cuando empieza a producir leche o si se produce más de la que el bebé toma. Por eso puede tener hinchazón y puede dificultar amamantar al bebé. Si le pasa esto, pruebe lo siguiente:
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Siga amamantando. Este problema es temporal. Mejorará una vez que pueda lograr que el bebé tome más leche. Asegúrese de amamantarlo más seguido y deje que se alimente hasta que esté satisfecho. Asegúrese de masajear el pecho mientras amamanta. Esto ayuda a que salga la mayor cantidad posible.
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Extraiga algo de leche antes de amamantar al bebé. Puede hacerlo manualmente o con un extractor de leche. Así se ablandará la zona oscura que rodea el pezón (areola) para que el bebé pueda prenderse bien antes de empezar a alimentarse.
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Use una compresa tibia. Puede ser una toalla o un pañal descartable sumergido en agua tibia. O tome una ducha con agua tibia antes de amamantar. Hay quienes han notado que alternar una compresa fría y una caliente les alivia. Si le resulta cómodo, también puede probarlo. Si usa una compresa de hielo, envuélvala en una toalla delgada para proteger la piel.
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Si tiene dolor continuo, tome paracetamol o ibuprofeno. Estos medicamentos son seguros para las mujeres que amamantan.
Si le siguen doliendo los pezones o los pechos, llame al proveedor de atención médica. Los problemas en los pezones y los pechos son urgentes y deben examinarse y tratarse lo antes posible.
Cuándo buscar atención médica
A menos que el proveedor de atención médica del bebé le indique lo contrario, llámelo de inmediato si el bebé tiene algo de lo siguiente:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños" a continuación)
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Vómitos persistentes
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No parece estar alerta, no quiere tomar del pecho o duerme demasiado, por ejemplo, mientras lo amamanta
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Signos de pérdida de líquido (deshidratación). Por ejemplo, moja menos pañales de lo normal, no orina durante 8 horas o la orina es oscura. O el bebé no tiene lágrimas al llorar, tiene los ojos hundidos o la boca seca.
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Pérdida o falta de aumento de peso.
Llame al proveedor de atención médica de inmediato si tiene cualquiera de los siguientes síntomas:
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según le haya indicado el proveedor
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Enrojecimiento, calor, dolor o secreción anormal de las mamas
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Dolor en los pezones y las mamas que hace que quiera dejar de amamantar
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Un bulto duro en la mama
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Cólicos o dolor en la parte baja del abdomen cuando no está amamantando
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Dolor o sensación de ardor al orinar
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Sangrado vaginal inesperado o secreción con olor desagradable
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor de atención médica quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé el proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 ºF (38.9 ºC) o superior
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En la axila: 101 ºF (38.3 ºC) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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