El sistema linfático está formado por los vasos linfáticos y los ganglios linfáticos, que transportan un líquido llamado linfa. La linfa consiste en líquidos desechados por las células. Este líquido drena a través de los vasos de la linfa bajo la piel a los ganglios linfáticos cercanos. Los ganglios linfáticos filtran los productos de desecho de las células y matan cualquier bacteria presente antes de devolver la linfa a la circulación sanguínea.
Cuando los vasos linfáticos se lesionan, no pueden cumplir su tarea de drenar el líquido de los tejidos del cuerpo. Esto hace que la linfa fluya hacia atrás y la parte del cuerpo afectada, más comúnmente los brazos o las piernas, se hinche. Esta hinchazón se llama linfedema. Los signos de linfedema incluyen pesadez, rigidez o dolor en el brazo o la pierna afectados. También es probable que esa extremidad se hinche. La piel puede verse enrojecida. Los zapatos y los anillos pueden quedarle apretados. Los tobillos y las muñecas pueden perder flexibilidad.
La causa más frecuente de daño al sistema de la linfa es la cirugía o radiación para el cáncer de seno o de testículo. Otras causas son las infecciones cutáneas repetidas (celulitis), quemaduras o lesiones de los brazos o las piernas. Los síntomas de linfedema pueden tardar muchos años en aparecer. Una vez presente, el linfedema puede hacerse crónico y durar toda la vida de la persona. Eso significa que el problema puede manejarse, pero no tiene cura.
El tratamiento suele incluir el uso de ropa de compresión, masajes y ejercicios especiales. Hable con su proveedor de atención médica acerca de estas terapias y del plan de tratamiento que mejor se adapte a su caso.
Cuidados en su casa
Puede ayudar a evitar que la afección empeore. Siga todas las instrucciones que le hayan dado. Haga los ejercicios que le hayan indicado y use la ropa de compresión tal como le recomendaron. Además, cuide de usted según le explicaron.
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Las lesiones pequeñas en la piel, como una cortadura, una quemadura o una picadura de insecto tienen más probabilidades de producir una infección en la piel. Esté atento para evitar estas lesiones. Si nota algún signo de infección, llame a su proveedor de atención médica de inmediato.
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Cuide su piel y sus uñas. Humecte la piel seca. Use guantes de protección cuando haga tareas tales como trabajar en el jardín.
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No use ropa ajustada ni alhajas en el brazo o la pierna afectados. Evite llevar carteras u otro tipo de peso sobre el brazo afectado.
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Use una rasuradora eléctrica en lugar de una hoja de afeitar.
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De ser posible, no use el brazo afectado para medirse la presión arterial, aplicarse inyecciones ni para extracción de sangre.
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Si está afectada una de sus piernas, no cruce las piernas al sentarse. No ande descalzo.
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Evite los jacuzzis y los saunas.
Si tiene riesgo de desarrollar linfedema pero aún no lo hizo, estas sugerencias pueden ayudarle también como prevención. Siga las instrucciones de su proveedor de atención médica.
Visitas de control
Programe una visita de control con su proveedor de atención médica o según lo indicado por nuestro personal.
El linfedema puede cambiar la apariencia de su cuerpo. Puede resultarle difícil adaptarse a eso. Un grupo de apoyo podría serle de ayuda, porque allí se ofrecen consejos prácticos y contención emocional. La consejería individual es otra opción.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame a su proveedor de atención médica si se presenta cualquiera de las siguientes situaciones:
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La inflamación empeora
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Salpullido, ampollas u otros cambios en la piel en la extremidad afectada
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La zona de la piel afectada se enrojece, presenta dolor o calor al tacto
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Aumenta el dolor o el calor en una herida, supura pus o tiene líneas rojas que salen de ella hacia afuera
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Fiebre de 100.4º F (38º C) o más, o según le indique su proveedor de atención médica
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