Un golpe en la boca puede dañar los dientes. Se llama traumatismo dental. Los dientes se pueden aflojar, caer o romper. También pueden ser empujados hacia adentro de su alvéolo dental (cavidad). Es posible que los tejidos del interior de la boca se lastimen. Y, en muy pocos casos, se lesiona la mandíbula. Un traumatismo dental puede causar mucho sangrado, dolor e hinchazón. Los dientes de leche que se lastiman o caen no se vuelven a colocar en su lugar. Si el diente es permanente y se salió con un golpe, se volverá a colocar en su alvéolo si es posible.
Un traumatismo en un diente puede atemorizar, ya que causa mucho sangrado, dolor e hinchazón. En caso de traumatismo dental, se debe buscar atención médica lo antes posible. Coloque un diente roto o salido en un recipiente pequeño con leche. No use agua del grifo. Esta puede dañar el diente en un tiempo corto. También puede usar una solución especial salvadientes que puede tener en el botiquín de primeros auxilios de su casa. Vaya de inmediato al dentista y lleve el recipiente.
Cuidados en el hogar
El proveedor de atención médica de su hijo puede recetarle medicamentos para el dolor y para prevenir una infección. Siga todas las instrucciones para darle esos medicamentos a su hijo. Si le recetan un antibiótico, asegúrese de darle todo el medicamento por la totalidad de los días indicados hasta que se termine. Continúe dándole el medicamento aunque su hijo ya no tenga síntomas.
Cuidados generales
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Aplique una compresa fría o de hielo durante un máximo de 20 minutos varias veces por día. Ayuda a calmar el dolor y a bajar la hinchazón. Cubra la compresa con un paño delgado y seco antes de colocarla sobre la piel de su hijo.
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Sírvale a su hijo alimentos blandos hasta que se sienta mejor. Es posible que al niño le resulte difícil masticar alimentos duros por algunos días.
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Observe si su hijo presenta signos de infección (vea más abajo).
Nota especial para los padres
Para ayudar a prevenir las lesiones dentales, siga estas instrucciones:
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Enseñe a su hijo a no empujar a otros niños mientras están jugando.
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Haga que su hijo use un casco y un protector bucal cuando practique deportes, monte bicicleta, ande en patineta o en patines de ruedas.
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Enseñe a su hijo a usar la escalera para salir de la piscina.
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No permita que su hijo salte de una hamaca en movimiento.
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Enseñe a su hijo a ser cuidadoso con sus dientes y los dientes de sus amigos mientras están jugando.
Atención de seguimiento
Haga un seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo o según lo que le hayan indicado.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame de inmediato al proveedor de atención médica de su hijo si el niño presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
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Fiebre (ver La fiebre y los niños más abajo)
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Dolor sordo en un diente
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Diente sensible al frío
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Dolor de cabeza, mareo o confusión
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Enrojecimiento o inflamación alrededor del diente
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Dolor que empeora
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Sale líquido de la zona que rodea el diente
La fiebre y los niños
Use siempre un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. Nunca use un termómetro de mercurio.
En el caso de bebés y niños pequeños, asegúrese de usar correctamente el termómetro rectal. Un termómetro rectal puede hacer un orificio (perforar) accidentalmente en el recto. También puede transmitir gérmenes de las heces. Siga siempre las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Si no se siente cómodo midiendo la temperatura rectal, use otro método. Cuando hable con el proveedor de atención médica de su hijo, infórmele qué método usó para tomar la temperatura del niño.
A continuación, se presentan algunas pautas relacionadas con la temperatura de la fiebre. La temperatura tomada en el oído no es precisa antes de los 6 meses de edad. No tome la temperatura oral hasta que su hijo tenga, por lo menos, 4 años de edad.
Bebé menor de tres meses:
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Pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomar la temperatura.
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Temperatura rectal o en la frente (arteria temporal) de 100.4 °F (38 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor
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Temperatura axilar de 99 °F (37.2 °C) o más alta, o según lo que le haya indicado su proveedor
Bebé o niño pequeño de 3 a 36 meses:
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Temperatura anal, frontal (arteria temporal), o temperatura de oído de 102 °F (38.9 °C) o más alta, o según lo que le haya indicado su proveedor
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Temperatura axilar de 101 °F (38.3 °C) o más alta, o según lo que le haya indicado su proveedor
Niño de cualquier edad:
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Picos de fiebre repetidos de 104 °F (40 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años. O fiebre persistente durante 3 días en un niño de 2 años o más.
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Author: Wheeler, Brooke
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