Los niños que tienen diabetes de tipo 1 reciben a menudo inyecciones de insulina. Si el nivel de insulina aumenta más de lo que el cuerpo necesita, puede causar un nivel de azúcar en la sangre (glucosa) demasiado bajo (hipoglucemia). Esta afección se conoce como reacción a la insulina o coma insulínico. La reacción a la insulina puede ocurrir de forma accidental cuando se inyecta demasiada insulina. También puede ocurrir si el niño está más activo de lo normal, come demasiado poco o está enfermo.
Este tipo de reacción a la insulina ocurre de forma repentina. Entre los síntomas, se pueden incluir los siguientes:
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Tener pesadillas o despertar llorando
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Sentir hambre
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Tener dolor de estómago o malestar estomacal (náuseas)
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Temblores, sudoración o palidez
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Tener una frecuencia cardíaca acelerada
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Irritabilidad o llanto sin razón
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Debilidad o cansancio
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Sentirse ansioso o confundido
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Mareos o enfado
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Torpeza
En los casos graves, puede causar convulsiones, desmayo (pérdida del conocimiento) o un coma.
Cuidados en el hogar
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Para tratar la reacción a la insulina, mida el nivel de azúcar en la sangre del niño (si es posible). Luego dele algo para comer o beber que contenga de 15 a 20 gramos de azúcar de acción rápida. Esto es para subir el nivel de azúcar en la sangre. Dele de comer o beber algo que ya sepa que es seguro. Esto podría ser lo siguiente:
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Gel de glucosa (consulte las instrucciones del empaque para conocer el tamaño de la porción)
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147 a 177 ml (5 a 6 onzas) de refresco regular, como cola
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118 ml (4 onzas) de jugo de fruta
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2 cucharadas de pasas de uva
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1 cucharada de miel (si su hijo tiene por lo menos 1 año)
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7 a 8 unidades de gomitas o caramelos duros
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Si le da otras fuentes de azúcar, revise el contenido de azúcar en las etiquetas nutricionales de los alimentos. Calcule cuánto debe comer o beber su niño para obtener por lo menos 15 gramos de azúcar.
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Espere 15 minutos y, luego, vuelva a revisar el nivel de azúcar en la sangre del niño. Es posible que el nivel de azúcar en la sangre todavía sea inferior al rango que recomienda el proveedor de atención médica de su hijo. Si todavía está bajo, dele otros 15 a 20 gramos de azúcar de acción rápida. Repita estos pasos hasta que el nivel de glucosa del niño sea 70 mg/dl o superior. Llame al proveedor de su hijo para pedirle consejos, si es necesario. Si el nivel de azúcar en la sangre no mejora, llame al proveedor de atención médica de inmediato.
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Una vez que el nivel de azúcar en la sangre haya vuelto a su nivel normal, el niño debe comer un refrigerio o una comida. Esto mantendrá dicho nivel en un rango seguro.
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Si el niño perdió el conocimiento, debe darse una inyección de glucagón de inmediato. Una reacción a la insulina que se deje sin tratar puede afectar el desarrollo del cerebro. Luego hay que volver a medirle el nivel de azúcar en la sangre unos 15 a 20 minutos después.
Prevención
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Revise el nivel de azúcar en la sangre del niño siguiendo las instrucciones del proveedor de atención médica. Trate de mantener el nivel de azúcar en la sangre dentro de los límites normales. Revise el nivel de azúcar en la sangre más a menudo cuando el niño esté enfermo o muy activo.
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Asegúrese de que el niño coma alimentos sanos y que consuma refrigerios a menudo. Es importante que no se salte comidas. Y que coma un refrigerio antes de practicar juegos que requieran ejercicio físico vigoroso.
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Mantenga un registro de las reacciones del niño. Anote la insulina que le da, el nivel de actividad y los síntomas.
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Informe a los cuidadores del niño acerca de la afección y cómo tratar las reacciones.
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Póngale al niño un brazalete de identificación médica indicando que tiene diabetes.
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Comuníquese con el proveedor de su hijo si tiene preguntas acerca de la atención que debe dar al niño.
Seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo o según lo que se le haya indicado. Es posible que deban ajustar la dosis de insulina de su hijo. Siga las instrucciones del proveedor. Quien también podría recomendar un tipo de insulina diferente o un kit de inyección de glucagón. Por ejemplo, algunos tipos de insulina se pueden administrar después de que el niño come (en vez de antes). Esto puede ayudar en gran medida a elegir la dosis adecuada.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato si el niño tiene cualquiera de los siguientes síntomas:
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Dos o más reacciones demasiado próximas una de la otra
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Una reacción a la insulina que no le permita identificar la causa
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 de inmediato si su hijo tiene reacciones graves como las siguientes:
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Crisis epilépticas o convulsiones
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Desmayos (pérdida del conocimiento)
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Dificultad para respirar
Nota especial para los padres
Las reacciones a la insulina pueden ocurrir a pesar de los esfuerzos por prevenirlas. Esté preparado según lo recomendado por el proveedor de atención médica de su hijo. Asegúrese de llevar consigo una fuente de glucosa que pueda administrarse de manera rápida y segura o un kit de inyecciones de glucagón en todo momento.
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