El esófago es el tubo que conecta la garganta con el estómago. La esofagitis es una inflamación del revestimiento del esófago. Esto ocurre con mayor frecuencia debido a reflujo ácido o una infección. La causa más común de infección es un hongo llamado Candida. Esta infección también se conoce como afta.
Los síntomas de esofagitis a menudo dependen de cuánto daño se haya producido en el revestimiento del esófago. Puede tener dolor o problemas para tragar. También es posible que tenga fiebre y sangrado. Si esta afección no se trata, el esófago puede presentar cicatrices. La cicatrización puede estrechar el esófago y provocar problemas permanentes para tragar.
En adultos, la esofagitis con infección por Candida es más frecuente en personas que tienen VIH/sida. Un sistema inmunitario débil por otras causas también puede provocar la infección. A veces también puede afectar a personas que han recibido quimioterapia o radiación, o que usan corticoesteroides inhalados. El tabaquismo, los antibióticos y las dentaduras postizas también pueden aumentar el riesgo de esofagitis. Las personas con diabetes e insuficiencia suprarrenal también pueden estar en riesgo. Otros factores de riesgo incluyen edad avanzada, boca seca y el uso de medicamentos denominados inhibidores de la bomba de protones.
Su proveedor de atención médica puede diagnosticarle esofagitis por Candida en función de sus antecedentes médicos y un examen físico. En algunos casos, es posible que su proveedor realice una endoscopia. Esto significa observar el interior del esófago con un tubo pequeño y luz.
La esofagitis por Candida a menudo desaparece con el tratamiento. Para evitar que regrese, su proveedor también debe tratar los factores que ayudaron a provocar la infección. El tratamiento a menudo depende de la causa de la infección.
-
Si la causa son antibióticos o corticoesteroides, reducir la dosis o cambiar el tratamiento puede ser de ayuda.
-
La sequedad bucal puede tratarse manteniendo la boca húmeda a través de la hidratación, trozos de hielo o pastillas.
-
Si la sequedad bucal es un efecto secundario de un medicamento, cambiar a otro medicamento o cambiar la dosis puede ser una opción.
Cuidados en el hogar
-
Si su proveedor le recetó medicamentos, tómelos según las indicaciones. Llame a su proveedor si tiene preguntas sobre los medicamentos o si tiene efectos secundarios.
-
Para ayudar a prevenir la irritación de la garganta, no coma alimentos picantes, como pimienta, chile en polvo, curry o nuez moscada. No coma alimentos duros, como frutos secos, galletas o verduras crudas. Tampoco consuma bebidas ni alimentos ácidos, como tomates, naranjas, toronjas o jugos de cítricos.
-
Hasta que pueda tragar sin dolor, siga una dieta líquida y blanda. Incluya alimentos como compota de manzana, cereales cocidos, puré de papas y sopas.
-
Enjuáguese la boca con agua después de usar un inhalador.
-
Ingiera pequeños bocados y mastique bien los alimentos.
-
No beba alcohol ni fume.
-
Practique una buena higiene bucal.
-
Cuide bien sus dientes y encías.
-
Limpie bien las dentaduras postizas con las soluciones de limpieza prescritas.
-
Hágase controles dentales regulares. Informe a su dentista sobre su infección y los medicamentos que está tomando.
-
Si tiene diabetes, mantenga los niveles de azúcar en sangre bajo control.
Atención de seguimiento
Haga un seguimiento con su proveedor de atención médica o según se lo indiquen.
Cuándo consultar al médico
Llame a su proveedor de atención médica ante cualquiera de las siguientes situaciones:
-
Aumento del dolor al tragar.
-
Incapacidad de comer o beber.
-
Mareos o debilidad.
-
Fiebre de 100,4 ºF (38 ºC) o más, o según las indicaciones de su proveedor de atención médica.
-
Síntomas que empeoran o síntomas nuevos.