El diagnóstico de los problemas del oído medio tiene varios pasos. Puede que le hagan preguntas sobre la historia clínica de su hijo. Se examinará el oído medio de su hijo. También es posible que se hagan pruebas para evaluar el estado del oído medio. Podrían hacerle otras pruebas para verificar una posible pérdida de audición. A continuación se detalla más información sobre el examen y las pruebas.
Examen físico
El examen físico ayuda al médico a determinar el tipo de problema del oído que afecta a su hijo. También ayuda a identificar si tiene una enfermedad respiratoria. Por ejemplo, bronquitis, neumonía o amigdalitis estreptocócica. Estas enfermedades pueden afectar la salud del oído medio y la audición. El proveedor de atención médica escuchará el corazón y los pulmones de su hijo. Además, le mirará dentro de los oídos, la nariz y la garganta.
Revisión del tímpano
Es posible que realice una otoscopia neumática. El procedimiento toma solo unos pocos minutos. En la mayoría de los casos, no causa dolor. Se utiliza un dispositivo especial (el otoscopio) para examinar el interior del conducto auditivo externo. De esta manera, el proveedor de atención médica revisa el tímpano y busca si tiene líquido detrás. Una vez instalado en posición, el dispositivo puede emplearse también para variar la presión de aire en el conducto auditivo externo. Esto permite al proveedor medir la flexibilidad del tímpano. La rigidez del tímpano suele estar relacionada con la acumulación de líquido.
Evaluación del oído medio
Es posible que le examinen el tímpano y el oído medio a su hijo, para ver si están funcionando bien. La timpanometría y la prueba de reflejos acústicos. En ambos casos, se usa una sonda para enviar aire y sonido por el oído externo. En la timpanometría se mide la cantidad de sonido transmitida al oído medio. En las pruebas de reflejo acústico se evalúan la flexibilidad del tímpano y su respuesta a los sonidos fuertes.
Posible pérdida de audición
En los niños mayores podría realizarse una prueba audiométrica. Esta mide una posible pérdida de la audición. Los resultados de esta prueba se usan para identificar los tipos de sonido que pueden oírse y los que pasan desapercibidos. Para determinar si a su hijo pequeño le cuesta oír, el proveedor de atención médica o un especialista de la audición podría hablar o jugar con el pequeño. La respuesta del niño a los cambios en la voz del especialista ayuda a determinar si ha perdido la audición.
