El dolor de oído puede darse sin que haya una infección. Puede suceder cuando se acumulan aire y líquido detrás del tímpano. Esto puede causar una sensación de presión y malestar. También pueden dificultar la audición. A esta afección se la llama otitis media con efusión (OME) u otitis media serosa. Significa que hay líquido en el oído medio. No es lo mismo que la otitis media aguda, que suele deberse a una infección.
La OME puede ocurrir cuando tiene un resfriado si la congestión llega a bloquear el conducto por el que drena el oído medio. Este conducto se denomina trompa de Eustaquio. También puede darse cuando hay alergias nasales o después de haber tenido una infección bacteriana en el oído medio. Otras causas son las siguientes:
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Traumatismo
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Infección bacteriana en la apófisis mastoides (mastoiditis)
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Tumor
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Cambios de presión, por ejemplo, si viaja en avión o hace buceo
Es posible que el dolor aparezca y desaparezca. Quizás oiga sonidos tales como chasquidos u otros ruidos similares al masticar o al tragar. Puede sentir que pierde el equilibrio. O bien, puede que escuche un zumbido en los oídos.
El líquido suele demorar entre varias semanas y hasta 3 meses en irse por su cuenta. Los calmantes que se toman por la boca y las gotas para los oídos ayudan a aliviar el dolor. Los descongestivos y los antihistamínicos a veces también ayudan. Esta enfermedad no responde a los antibióticos porque no hay infección. El proveedor de atención médica puede recetarle un aerosol nasal para ayudar a reducir la hinchazón en la nariz y en las trompas de Eustaquio. Esto puede permitirle al oído que drene.
Si no se siente mejor después de los 3 meses, es posible que haya que practicarle una cirugía para extraer el líquido. Puede que también se coloque un pequeño tubo en el tímpano para favorecer el drenaje.
Dado que el líquido del oído medio se puede infectar, es importante observar si aparecen señales de una infección. Estos pueden aparecer después. Pueden incluir aumento de dolor en el oído, fiebre o secreción procedente del oído.
Cuidados en el hogar
Estos consejos lo ayudarán a cuidarse en su casa:
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Puede usar medicamentos de venta libre según las indicaciones de su proveedor de atención médica para controlar el dolor, a menos que le haya recetado otro medicamento. Hable con el proveedor antes de tomar cualquier medicamento si tiene una enfermedad crónica del hígado o de los riñones o si alguna vez tuvo una úlcera estomacal o un sangrado gastrointestinal.
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Pregunte al proveedor si puede usar descongestivos de venta libre, como la pseudoefedrina o la fenilefrina. Pero tenga presente que no siempre ayudan.
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Hable con el proveedor sobre el uso de aerosoles nasales descongestivos. No los use por más de 3 días, o según le haya indicado el proveedor. El uso prolongado puede empeorar la congestión. Los aerosoles nasales recetados por el proveedor no suelen tener esas restricciones.
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Los antihistamínicos pueden ayudar si también tiene síntomas de alergia.
Atención de seguimiento
Haga el seguimiento con el proveedor según lo indicado.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de los siguientes signos o síntomas:
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El dolor de oído empeora o no comienza a mejorar
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según le indique el proveedor de atención médica
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Salida de líquido o sangre del oído
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Dolor de cabeza o en la cavidad nasal
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Cambios en la audición
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Rigidez en el cuello
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Somnolencia inusual o confusión
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Falta de aire