La conjuntivitis viral (a veces denominada ojo rojo) es una afección común que afecta los ojos y es muy contagiosa. Entre los síntomas más frecuentes se incluyen enrojecimiento, supuración en el ojo, párpados hinchados e irritación o sensación de tener arena en el ojo.
La conjuntivitis viral es causada por una infección provocada por un virus. Se trata con medicamentos. La conjuntivitis viral es muy contagiosa. La infección se contagia al tocar el ojo infectado y luego tocar a otra persona. También se puede contagiar de un ojo al otro de la misma manera. Los niños que tienen esta enfermedad no deben asistir a la guardería ni a la escuela hasta que el enrojecimiento desaparezca.
Cuidados en el hogar
El proveedor de atención médica de su hijo probablemente le recete gotas para los ojos (colirio) o una pomada. Estas pueden contener un medicamento antiviral para tratar la infección. También es posible que le indiquen el uso de lágrimas artificiales para ayudar a aliviar la irritación. Siga todas las instrucciones para usar estos medicamentos.
Para darle a su hijo los medicamentos para los ojos:
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Lávese bien las manos con agua y jabón.
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Quite cualquier secreción que tuviese el ojo de su hijo con un pañuelo de papel limpio. Limpie desde la nariz hacia la oreja para mantener el ojo lo más limpio posible.
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Si se le formaron costras, use un paño humedecido con agua tibia y colóquelo sobre el ojo. Espere alrededor de un minuto. Luego, limpie suavemente el ojo desde la nariz hacia afuera con el paño humedecido. Repítalo hasta que el ojo quede limpio. Importante: Si necesita limpiarle ambos ojos, use un paño separado para cada ojo.
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Haga que su hijo se acueste sobre una superficie plana. Puede colocarle una tolla enrollada o una almohada debajo del cuello para que la cabeza quede inclinada hacia atrás. Sostenga con suavidad la cabeza del niño si es necesario.
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Uso de las gotas para los ojos: aplique las gotas en la esquina del ojo donde los párpados se encuentran con la nariz. Las gotas se acumularán allí. Cuando su hijo parpadee o abra los ojos, el medicamento entrará en el ojo. Colóquele exactamente la cantidad de gotas que le recetaron. Tenga cuidado de no tocar el ojo ni las pestañas con el gotero.
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Uso de la pomada: si le recetan gotas y pomada, coloque primero las gotas. Espere tres minutos y, luego, aplique la pomada. Si lo hace así, cada medicamento dispondrá del tiempo adecuado para actuar. Para aplicar la pomada, comience jalando suavemente el párpado inferior hacia abajo. Coloque una línea fina de la pomada a lo largo del interior del párpado. Comience del lado de la nariz y vaya hacia afuera. Cierre el párpado. Limpie con un paño el exceso de medicamento arrastrando desde la zona de la nariz hacia afuera. Esto se hace para mantener los ojos lo más limpios posible. Haga que su hijo mantenga el ojo cerrado por uno o dos minutos para que el medicamento tenga tiempo de recubrirle el ojo. La pomada para los ojos puede provocar visión borrosa. Esto es normal. Aplique la pomada justo antes de que su hijo se esté por dormir. En los bebés, quizás sea más fácil aplicar la pomada mientras están durmiendo.
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Lávese bien las manos con agua tibia y jabón nuevamente. Es para ayudar a prevenir el contagio de la infección.
Cuidados generales
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Aplique un paño húmedo frío sobre el ojo según sea necesario para ayudar a aliviar el dolor y la irritación.
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Asegúrese de que su hijo no se restriegue los ojos.
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Proteja los ojos del niño de la luz directa del sol para evitar la irritación.
Visita de control
Programe una visita de control con el proveedor de atención médica de su hijo, o según lo que se le haya indicado.
Nota especial para los padres
Para evitar que se propague la infección, lávese bien las manos con agua tibia y jabón antes y después de tocar el ojo de su hijo. Enséñele a su hijo a lavarse las manos con frecuencia. Asegúrese de que su hijo no se restriegue los ojos. Deseche todos los pañuelos de papel que haya usado. Lave los paños después de cada uso. No permita que su hijo comparta toallas, ropa de cama ni ropa de vestir con nadie.
Cuándo buscar atención médica
A menos que el proveedor de atención médica de su hijo le haya indicado otra cosa, llámelo de inmediato ante cualquiera de los siguientes síntomas:
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Su hijo tiene fiebre (ver La fiebre y los niños, a continuación).
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Cambios en la vista, como problemas para ver.
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Signos de infección que empeoran, como más calor, enrojecimiento o hinchazón, o supuración en el ojo.
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Empeoramiento del dolor. Es posible que los bebés demuestren el dolor llorando o estando irritables y que no se los pueda calmar.
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La hinchazón y el enrojecimiento no mejoran con el tratamiento.
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 o a los servicios de emergencias locales si su hijo presenta alguno de estos síntomas:
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Dificultades para respirar
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Confusión
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Somnolencia extrema o problemas para despertarse
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Desmayos o pérdida del conocimiento
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Frecuencia cardíaca acelerada
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Convulsiones
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Cuello rígido
La fiebre y los niños
Use siempre un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. Nunca use un termómetro de mercurio.
En el caso de bebés y niños pequeños, asegúrese de usar correctamente el termómetro rectal. Un termómetro rectal puede hacer un orificio (perforar) accidentalmente en el recto al pincharlo. También puede transmitir gérmenes de las heces. Siga siempre las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Si no se siente cómodo midiendo la temperatura rectal, use otro método. Cuando hable con el proveedor de atención médica de su hijo, infórmele qué método usó para tomar la temperatura del niño.
A continuación, se presentan algunas pautas relacionadas con la temperatura de la fiebre. La temperatura tomada en el oído no es precisa antes de los 6 meses de edad. No tome la temperatura oral hasta que su hijo tenga al menos 4 años.
Bebé menor de tres meses:
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Pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura al niño.
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Temperatura rectal o en la frente de 100,4 °F (38 °C) o superior, o según le haya indicado el proveedor
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Temperatura debajo del brazo (axilar) de 99 °F (37,2 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor
Bebé o niño pequeño de 3 a 36 meses:
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Temperatura rectal, en la frente u oído de 102 °F (38,9 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor
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Temperatura debajo del brazo (axilar) de 101 °F (38,3 °C) o más alta, o según le haya indicado el proveedor
Niño de cualquier edad:
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Episodios repetidos de fiebre de más de 104° F (40° C), o según le haya indicado el proveedor
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años O fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o mayor
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Author: Wheeler, Brooke
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