La disnea (falta de aire o quedarse sin aire) es común en las personas que tienen enfermedades graves o avanzadas. Esta afección causa dificultades y molestias al respirar. Puede provocar mucho sufrimiento. Las familias también se pueden ver afectadas al ver a su ser querido esforzándose para respirar. La disnea puede ser angustiante tanto para los pacientes como para sus familiares. Es importante entender las particularidades de este síntoma y las maneras de tratarlo.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la disnea?
Hay muchas causas de la disnea. Puede ocurrir a causa de problemas pulmonares, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). O ser un síntoma de otras afecciones de salud, como enfermedades del corazón, cáncer o enfermedades neuromusculares. Además, suele ocurrir cuando cualquier enfermedad que limita la vida empeora. En muchos casos la disnea causa ansiedad. Esto a su vez empeora los problemas respiratorios.
¿Cuál es el tratamiento de la disnea?
El objetivo principal del tratamiento consiste en ayudar a la persona a respirar con más comodidad. Para esto suelen administrarse medicamentos y otros tratamientos.
Medicamentos
Los medicamentos incluyen los siguientes:
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La terapia de oxígeno. Este tratamiento ayuda a mejorar la respiración. Podría recetarse si las pruebas indican que hay poco oxígeno en la sangre. También podría recetarse si contribuye a mejorar la comodidad de la persona.
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Opiáceos. Estos medicamentos suelen administrarse con más frecuencia para aliviar el dolor. También pueden mejorar la falta de aire.
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Otros medicamentos. Medicamentos para aliviar problemas específicos que pueden acompañar a la disnea, como la ansiedad.
Otros tratamientos.
Pueden aplicarse otros tratamientos como los siguientes:
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Ejercicios respiratorios. Se enseñan las técnicas de respiración con los labios fruncidos o diafragmática a los pacientes para ayudarlos a respirar mejor. Estas técnicas también pueden aliviar la disnea y la ansiedad.
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Métodos para ahorrar energía. Se enseñan las maneras más eficientes de mover y usar el cuerpo a los pacientes. Esto ayuda a conservar sus fuerzas También facilita la respiración cuando están haciendo actividades normales.
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Posturas corporales. En algunos pacientes, sentarse lo más erguido posible puede aumentar la comodidad y mejorar la respiración. También puede resultar útil elevar la cabecera de la cama al descansar y dormir.
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Relajación. Esta técnica puede reducir el estrés y la ansiedad, los cuales pueden empeorar la disnea. Algunos métodos de relajación son la meditación y la visualización. Algunas actividades pueden ayudar a los pacientes a relajarse y distraerse de la falta de aire. Entre estas, se incluyen leer un libro, ver una película o escuchar música.
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Dispositivos para respirar. Pueden ayudar a abrir las vías respiratorias del paciente a fin de reducir las dificultades para respirar. Un terapeuta de respiración puede ayudarle a decidir si un dispositivo para respirar le resultaría beneficioso.
¿En qué pueden ayudar los seres queridos?
En muchos casos, los seres queridos de un paciente no están seguros de cómo pueden ayudar a aliviar los problemas respiratorios. Comience por pedirle consejos al proveedor de atención médica sobre cómo ayudar al paciente. Estos consejos también pueden ser útiles:
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Mantenga la comodidad y seguridad de su ser querido.
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Mantenga una temperatura fresca en la habitación del paciente. Baje el ajuste del termostato o ponga un ventilador que pueda echar aire suavemente sobre la mejilla del paciente. Si el clima lo permite, mantenga una ventana abierta para que entre el aire fresco.
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Ayude al paciente a conservar su energía. Coloque los objetos, como los medicamentos, las bebidas, los controles remotos y las ayudas para caminar, al alcance de la mano.
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Si el paciente recibe oxígeno, mantenga las fuentes de fuego alejadas del lugar donde se guarda el tanque de oxígeno. Compruebe que la unidad de oxígeno esté apagada cuando no esté en uso. Y asegúrese de tener un extintor de incendios en la casa. No permita que nadie fume en su casa. Fumar dentro de una vivienda donde se usa oxígeno suplementario aumenta el riesgo de incendio.
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No permita que las dificultades respiratorias aíslen a su ser querido. Pase tiempo con ellos haciendo actividades normales. Pueden compartir una comida, mirar películas y salir al aire libre juntos.
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Ofrezca apoyo y serenidad. Procure conservar la calma y la relajación alrededor del paciente. En muchos casos, los pacientes pueden percibir si los familiares y los cuidadores están preocupados por ellos. Esto puede aumentar su ansiedad y empeorar su disnea.
