La hepatitis es una inflamación del hígado. La causa más frecuente es una infección viral. Hay tres tipos de virus más comunes: hepatitis A, B y C. Una forma poco habitual es la hepatitis D. Esta última se puede contraer cuando se tiene hepatitis B. Le harán pruebas para averiguar qué tipo tiene. Hasta obtener los resultados, debe tomar precauciones para todos los tipos de hepatitis. Estas se describen a continuación.
Causas
Los virus son las causas más frecuentes de la hepatitis. Otras causas pueden ser el abuso de drogas y alcohol, toxinas químicas, alimentos contaminados por heces y trastornos autoinmunitarios. La hepatitis también puede producirse por un hígado graso ocasionado por obesidad, diabetes, colesterol alto y otras afecciones. Si tiene hepatitis viral, esto podría empeorar su afección.
Cuando la causa es un virus, se la llama hepatitis viral. La hepatitis viral comúnmente se debe a los virus de la hepatitis A, B y C. Otras infecciones virales también pueden producir hepatitis. Por ejemplo, los virus que causan la mononucleosis y la varicela.
Todos los virus hepáticos (del hígado) tienen algo en común. Una vez que la persona se contagia, infectan el hígado y producen inflamación (hepatitis). Cada virus se propaga de manera diferente. Pero todos pueden afectar la salud por mucho tiempo. Algunas posibles complicaciones son la cirrosis, el cáncer de hígado y la insuficiencia hepática.
Hepatitis A
Esta enfermedad por lo general se contrae al tragar alimentos o agua contaminados con el virus de la hepatitis A. También se puede contraer por el contacto estrecho en el hogar con otra persona que tiene la enfermedad. Los síntomas aparecen a partir de las 2 a 6 semanas después de la exposición. Hay una vacuna disponible para prevenir la hepatitis A. Este tipo no produce una enfermedad hepática crónica.
Hepatitis B
Esta enfermedad se transmite por contacto con la sangre de una persona que tiene el virus de la hepatitis B. Por ejemplo, al compartir agujas, jeringas o instrumentos para administrarse drogas. También puede transmitirse por contacto sexual. Con poca frecuencia se transmite al compartir afeitadoras o cepillos de dientes. Los síntomas aparecen unos 2 a 6 meses después de la exposición. Hay una vacuna disponible para prevenir la hepatitis B. Este tipo puede llegar a convertirse en una enfermedad hepática crónica.
Hepatitis C
Esta enfermedad suele transmitirse por contacto con la sangre de una persona que tiene hepatitis C. Por ejemplo, al compartir agujas o jeringas. Otras causas menos comunes de la hepatitis C son el contacto sexual, compartir afeitadoras o cepillos de dientes con una persona infectada por el virus, un tatuaje hecho con una aguja contaminada o compartir instrumentos para administrarse drogas. Vivir en la misma casa con una persona que tenga el virus no produce hepatitis C, a menos que los líquidos corporales de la otra persona entren en contacto con los suyos. La hepatitis C puede llegar a convertirse en una enfermedad hepática crónica.
Síntomas
Estos pueden ser los síntomas de la hepatitis aguda de tipo A, B o C:
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Fiebre
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Náuseas o vómito
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Dolor de vientre (abdominal)
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Pérdida del apetito
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Agotamiento físico o debilidad crónicos
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Orina de color amarillo oscuro
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Heces de color claro (gris o de color arcilla)
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Dolor en las articulaciones
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Color amarillento en la piel o en los ojos (ictericia)
Por lo general, la hepatitis A es una enfermedad leve. Sus síntomas duran entre 2 y 6 semanas. La hepatitis B es una enfermedad más grave. Los síntomas de la hepatitis B suelen durar entre 1 y 3 meses. La hepatitis C no causa síntomas en la mayoría de las personas que la tienen. Cuando se presentan síntomas, suelen ser muy leves. Algunos síntomas comunes de la hepatitis C son fatiga, náuseas y pérdida del apetito. Si se infectó por hepatitis B o C hace años, es posible que no presente ningún síntoma pero que siga teniendo el virus.
Cuidados en el hogar
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Una dieta con bajo consumo de grasas saturadas y abundante en frutas y verduras es lo mejor para usted y para el hígado. Si tiene náuseas, es mejor comer poco y con frecuencia.
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Si tiene síntomas de hepatitis, es posible que se canse con facilidad. Descanse mucho. No se esfuerce demasiado.
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El paracetamol y los medicamentos antinflamatorios, como el ibuprofeno y el naproxeno, pueden ser tóxicos para el hígado en dosis altas de uso prolongado, o si ya hay daño hepático.
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Si tiene hepatitis, no use estos medicamentos hasta consultarlo con el proveedor de atención médica.
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Si no tiene daño hepático debido a la hepatitis crónica o es leve, quizás pueda tomar paracetamol en dosis bajas (2 gramos cada 24 horas). Consulte con el proveedor sobre medicamentos antinflamatorios. Nunca tome paracetamol con alcohol. Aumenta el riesgo de tener daño hepático.
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El alcohol hace que el hígado se esfuerce. No beba alcohol hasta que hayan desaparecido todos los síntomas y los resultados de las pruebas en el hígado sean normales.
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Si padece afecciones que provocan un hígado graso, como obesidad, colesterol/triglicéridos altos, diabetes y presión arterial alta, el tratamiento de estas afecciones es importante para la salud de su hígado.
Cómo prevenir el contagio de la hepatitis
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Lávese las manos a menudo, especialmente después de ir al baño.
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Si su bebé tiene hepatitis, use pañales descartables. Lávese las manos después de cambiar el pañal.
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Los trabajadores de servicios alimentarios no deben trabajar hasta que los autoricen sus proveedores de atención médica.
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Avise a sus parejas de su enfermedad. No tenga relaciones sin condón hasta que se haya eliminado el virus de su organismo. Puede reducir el riesgo de contagio. Pero no es una garantía.
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Nunca comparta agujas, jeringas ni elementos para tatuajes.
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No done sangre.
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No comparta afeitadoras ni cepillos de dientes.
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Si necesita atención médica u odontológica, avise a los proveedores de atención médica que tiene hepatitis.
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Avise a su proveedor de atención médica si está embarazada o tiene intenciones de quedar embarazada. La hepatitis puede transmitirse al feto. Existen maneras de reducir el riesgo de contagio al bebé. Es común que se hagan pruebas de hepatitis B a las embarazadas.
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Quienes vivan con usted deben contactar a sus proveedores de atención médica o al departamento local de salud pública cuanto antes. Así podrán hacerse las pruebas y recibir la vacuna. Quienes hayan tenido contacto con usted de alguna de las maneras mencionadas deben acudir a hacerse pruebas y recibir tratamiento. La vacuna se puede administrar hasta 2 semanas después de que la persona haya estado expuesta. Solo hay vacunas disponibles contra la hepatitis A y B. No existe todavía ninguna vacuna contra la hepatitis C, pero es posible tratarla).
Atención de seguimiento
Asista a las citas de seguimiento con su proveedor de atención médica según le hayan recomendado para que le den los resultados de la prueba de hepatitis.
Si le realizaron otras pruebas, como una tomografía computarizada, una resonancia magnética o una ecografía, el proveedor las revisará. Comuníquese con su proveedor para obtener los resultados.
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Dificultad para respirar o tragar, sibilancias
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Confusión
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Somnolencia extrema o problemas para despertarse
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Desmayo o pérdida del conocimiento
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Frecuencia cardíaca acelerada
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Vómitos con sangre o sangrado rectal abundante
Cuándo buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Vómitos frecuentes
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Pérdida de peso por falta de apetito
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Aumento del dolor o de la hinchazón abdominal
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Mayor somnolencia o confusión
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Debilidad o mareos
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Color amarillento en la piel o los ojos que es nuevo o aumenta
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Sangrado de la nariz o de las encías; o se le hacen hematomas (moretones) con facilidad