El trastorno por consumo de alcohol (AUD, por su sigla en inglés) es un patrón de consumo de alcohol incapacitante con tasas altas de problemas físicos y emocionales. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
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Problemas para controlar la bebida
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Siempre pensar en beber
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Seguir consumiendo alcohol incluso cuando este causa problemas físicos, emocionales, sociales y de dinero
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Necesitar beber más alcohol para conseguir el mismo efecto
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Tener problemas de abstinencia cuando deja de beber
Es una enfermedad en la que una persona depende de una droga: el alcohol. El AUD puede ser leve, moderado o grave. Pero incluso un trastorno leve puede causar problemas. En el pasado, el AUD se denominaba abuso de alcohol o alcoholismo. El AUD puede afectar la salud física y mental de una persona. También puede afectar la conducta. Y puede tener consecuencias negativas en las relaciones personales y familiares. El AUD no es un defecto del carácter ni una falta moral. Debe tratarse como una afección médica. Se puede tratar con una combinación de cambios en el estilo de vida, apoyo y medicamentos. Puede haber recaídas. Son parte de la enfermedad.
Efectos del trastorno por consumo de alcohol
Efectos sobre el comportamiento
Beber es la actividad principal de las personas que tienen trastorno por consumo de alcohol. Estas personas desarrollan una relación privada con la bebida. La protegen. Le dan su tiempo, dinero y atención. Esto puede suceder a expensas de los familiares y amigos. Mienten por la bebida y piensan en ella todo el tiempo. Por ella pueden arriesgarse a perder a sus familias. Incluso pueden poner en riesgo su vida. A pesar del daño que les causa, estas personas no pueden controlar la necesidad de beber.
Riesgos para la salud
Las personas con trastorno por consumo de alcohol corren un alto riesgo de tener problemas de salud. Por ejemplo, enfermedades del corazón y cáncer. También son más propensas a tener enfermedades mentales. Quizás no puedan curarse de las enfermedades normalmente. A menos que dejen de beber, el alcoholismo puede provocar la muerte. La muerte puede ocurrir por insuficiencia de los órganos, cáncer o virus comunes. También a causa de accidentes o suicidio.
Efectos físicos
El alcohol puede actuar como un veneno para el cuerpo. Destruye las células. El consumo elevado de alcohol durante mucho tiempo puede causar daños graves en los órganos del cuerpo. Esto incluye el cerebro, el corazón, el hígado y el páncreas. Además, beber alcohol en forma crónica daña el tubo digestivo. Puede hacer que la sangre se diluya y no pueda coagular. Esto provoca moretones e incluso hemorragias mortales. También daña el sistema inmunitario. Esto pone al cuerpo en riesgo de desarrollar enfermedades graves.
Efectos psicológicos
El trastorno por consumo de alcohol puede ocasionar un tipo de pensamientos distorsionados. Una de las formas más comunes de este efecto es la negación. Esto sucede cuando la persona rechaza la posibilidad de que la bebida sea un problema. Es posible que niegue el hecho de que cualquiera de las dificultades de su vida se deban al alcohol. Es posible que culpe a otros por los problemas que tiene.
