Aunque el aborto espontáneo es bastante común, no siempre es fácil determinar la causa. Cuando se descubre, suele tratarse de un problema con el feto o en la estructura del útero. También puede ser debido a otros factores, pero estos son menos frecuentes.
Problemas con el feto
Cualquiera de los siguientes problemas con el feto puede provocar un aborto espontáneo:
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Un problema con los cromosomas del feto
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Anomalías congénitas (defectos de nacimiento)
Problemas en el útero o en el cuello uterino
Cualquiera de los siguientes problemas en el útero o en el cuello uterino puede provocar un aborto espontáneo:
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El útero puede estar dividido (tener un tabique). O bien, puede tener crecimientos, como fibromas o adherencias.
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El revestimiento del útero puede ser demasiado delgado para que crezca el óvulo fecundado.
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El cuello uterino puede ser demasiado débil para soportar el peso de un embarazo.
Otros factores
Cualquiera de los siguientes problemas puede provocar un aborto espontáneo:
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Una enfermedad grave, como la diabetes mellitus sin controlar
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Lesiones, como aquellas debido a un accidente de auto
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La exposición a productos tóxicos o a radiación
Factores que no provocan abortos espontáneos
Existe una gran cantidad de creencias y mitos que tratan de explicar la causa de los abortos espontáneos, pero estos no son ciertos. Ninguno de los siguientes factores provoca un aborto espontáneo:
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