Los yesos se usan para estabilizar los huesos fracturados (rotos) y facilitar su curación. Los yesos tradicionales (de escayola) son más pesados que los moldes de fibra de vidrio. Pero toman mejor la forma. Esto brinda un mejor soporte para ciertas fracturas, como por ejemplo los huesos rotos de una mano.
Los yesos se hacen a medida. Se pone un revestimiento interno de algodón o de tejido sintético alrededor de la fractura. Esto es para proteger la piel. Luego, se aplican varias capas de cinta de yeso humedecida por encima de este revestimiento. Los bordes ásperos del yeso se cubren con el revestimiento o con una gasa de algodón. Los yesos tradicionales pueden tardar varios días en secar, según cuál sea su tamaño. Es importante tener cuidado de secar bien el yeso para evitar que haya zonas hundidas o deformadas. Los niños pueden reanudar algunas de sus actividades normales una vez que se seque el yeso.
Cuidados en el hogar
Siga estos consejos para cuidar de su hijo en el hogar:
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Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le recete medicamentos para aliviar el dolor y la picazón. Siga las instrucciones del proveedor al darle estos medicamentos a su hijo.
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Asegúrese de que el yeso se seque bien. Manténgalo descubierto durante varios días. En el caso de los yesos grandes, es posible que sea necesario girarlos cada pocas horas. En los días húmedos puede usarse un secador de cabello (en modo frío) para ayudar a secar el yeso. Limite las actividades de su hijo hasta que se seque el yeso.
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Manipule el yeso con cuidado si está mojado. Para evitar que se deforme, sostenga el yeso con las palmas de las manos, no con los dedos.
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Dígale al niño que se siente o se acueste con la zona lesionada elevada por encima del nivel del corazón tan a menudo como le sea posible durante los primeros días. Esto ayudará a reducir la hinchazón. Si el yeso está mojado puede usar una funda de plástico para proteger las almohadas.
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Aplique bolsas de hielo o compresas frías alrededor del yeso según le indiquen para reducir la hinchazón y la picazón. Puede preparar una compresa de hielo colocando los cubos en una bolsa de plástico envuelta en una toalla fina. Tenga cuidado de que el yeso no se moje a medida que se derrite el hielo.
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Inspeccione el yeso todos los días para ver si tiene algún tipo de daño, como zonas blandas o aplanadas, desintegración o grietas.
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Revise la piel alrededor del yeso varias veces al día. La piel debe verse sana y sin hinchazón. El niño debe ser capaz de mover todos los dedos de las manos y de los pies.
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Dígale al niño que mueva los dedos de la zona afectada, o que tense y relaje los músculos varias veces al día. Esto es para promover la circulación de la sangre en esa zona.
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No permita que el niño ponga objetos dentro del yeso. Ni que introduzca instrumentos para rascarse la comezón.
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Para aliviar la comezón, trate de distraer al niño. Puede ser útil rascar la extremidad opuesta, o la piel fuera del yeso.
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Mantenga el yeso seco en todo momento. Cuando su hijo se duche o se bañe, proteja bien el yeso para que no se moje. Protéjalo con dos bolsas plásticas grandes. Por separado, cierre la parte superior de cada bolsa con cinta adhesiva o con bandas elásticas.
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No desprenda ni rompa ningún borde del yeso. Solamente el proveedor de atención médica debe ajustar o quitar el yeso.
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Inspeccione la piel debajo del yeso para ver si hay signos de infección (lea la información que se presenta a continuación). Utilice una linterna para ver mejor.
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Si su hijo tiene un yeso en la cadera o un yeso de tamaño grande en una pierna, pida al proveedor que le aconseje la mejor manera para el niño de hacer sus necesidades y cómo prevenir la irritación de la piel.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo según lo que se le haya indicado.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame también de inmediato al proveedor de su hijo si se presenta cualquiera de las siguientes situaciones:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños" a continuación)
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Escalofríos
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El yeso está demasiado apretado o demasiado flojo
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El yeso está mojado o ablandado
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Empeoramiento del dolor, o dolor que no se alivia con los analgésicos recetados
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Piel pálida o descolorida alrededor del yeso
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Entumecimiento u hormigueo cerca o debajo del yeso
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Signos de infección, que incluyen enrojecimiento, hinchazón, dolor que empeora, calor o un líquido maloliente que drena del yeso
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La superficie del yeso está caliente
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé el proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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