El dolor cumple una función importante. Le avisa que algo anda mal y que debe prestarle atención. Cuando el cuerpo sana, el dolor normalmente se va.
Cuando el dolor dura más de tres meses, se lo denomina dolor crónico. Es posible que persista incluso después de que el cuerpo se haya curado. El dolor crónico puede causar problemas del estado de ánimo e interferir con sus relaciones y su vida diaria.
Una serie de afecciones pueden causar dolor crónico. Algunos de los más comunes son los siguientes:
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Cirugía previa
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Una vieja lesión
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Infección
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Enfermedades como la diabetes
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Daño en los nervios
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Lesión en la espalda
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Artritis
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Migraña u otros dolores de cabeza
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Fibromialgia
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Cáncer
La depresión y el estrés pueden empeorar los síntomas del dolor crónico. En algunos casos, no se puede determinar la causa del dolor.
Tratamiento
El tratamiento puede aliviar el dolor en gran medida. En muchos casos, el dolor puede volverse menos fuerte, presentarse con menos frecuencia e interferir menos con su vida diaria. El dolor crónico se trata con una combinación de medicamentos, terapias y cambios en el estilo de vida. Usted trabajará estrechamente con su proveedor de atención médica para crear un plan de tratamiento que funcione lo mejor posible en su caso.
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Pida a su proveedor de atención médica que lo remita a un centro especializado en el manejo del dolor. Estos centros pueden ofrecer las estrategias de manejo del dolor más avanzadas y comprobadas, junto con apoyo emocional y servicios integrales.
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Se pueden recetar varios tipos distintos de medicamentos para el dolor crónico. Trabaje con su proveedor de atención médica para desarrollar un plan de medicamentos que ayude a manejar su dolor.
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La fisioterapia puede ayudar a reducir ciertos tipos de dolor crónico.
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La terapia ocupacional le enseña a hacer tareas de la rutina diaria de una manera que le permita minimizar su malestar.
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La consejería lo ayuda a lidiar mejor con el estrés y el dolor.
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Hay otras terapias tales como la meditación, el yoga, la biorretroalimentación, el masaje y la acupuntura, que también pueden ayudarlo a manejar mejor el dolor crónico.
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Cambiar ciertos hábitos de vida puede ayudar a aliviar el dolor crónico:
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Aliméntese de forma saludable
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Siga una rutina de ejercicios
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Duerma lo suficiente
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Deje de fumar y limite el consumo de alcohol
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Baje el exceso de peso
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Atención de seguimiento
Realice el seguimiento con su proveedor de atención médica según lo que le haya indicado. Informe a su proveedor de atención médica si el plan de tratamiento que está siguiendo ahora está dando los resultados esperados o si es necesario cambiarlo.
Más información
Para obtener más información, comuníquese con las siguientes organizaciones: