La pared torácica se extiende desde los hombros hasta el diafragma, en la parte inferior de las costillas. Incluye la parte anterior y posterior de la pared torácica. También abarca el esternón, los hombros y la clavícula. La pared torácica se puede lesionar como consecuencia de un golpe contundente, como en un accidente de tránsito o una caída. Esta lesión se conoce como contusión en la pared torácica.
La lesión en la pared torácica puede provocar dolor, sensibilidad, moretones e hinchazón. Es posible que tenga costillas rotas y músculos lesionados. Esto puede producir dolor, generalmente al respirar. Cuando hay una o varias costillas rotas en varias zonas, la pared torácica puede tornarse inestable y causar dolor. Esto puede provocar una dificultad grave para respirar.
En la sala de emergencias o en un centro de atención de urgencias, se evaluarán las posibles lesiones y fracturas de huesos. Es posible que le den medicamentos para el dolor. Las costillas rotas suelen curarse sin mayor tratamiento. A veces, es difícil saber si una costilla está rota o solo magullada. En ocasiones, se indica el mismo tratamiento para las costillas rotas y magulladas. Si se fractura un hombro o una clavícula, se puede sostener con una cinta o una férula.
Cuidados en el hogar
Siga estas recomendaciones para cuidarse en su casa:
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Haga reposo. No levante objetos pesados ni haga ejercicios intensos. No haga actividades que le causen dolor.
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Coloque una compresa de hielo sobre la zona lesionada. Hágalo durante 20 minutos cada 1 o 2 horas el primer día. Para hacer una compresa de hielo puede colocar cubos de hielo en una bolsa plástica y cerrarla. Envuelva la bolsa en una toalla fina. Use las compresas de hielo 3 o 4 veces al día durante los 2 días siguientes. Luego, úsela cuando lo necesite para aliviar el dolor y la hinchazón.
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Después de 1 o 2 días puede poner una compresa tibia en la zona. Hágalo por 10 minutos varias veces al día. Una compresa tibia es un paño limpio que se empapa con agua tibia.
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Presione la zona afectada con una almohada cuando estornude. Esto ayuda a aliviar el dolor.
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Puede tomar analgésicos de venta libre, como paracetamol, naproxeno o ibuprofeno, para controlar el dolor, a menos que le hayan recetado otro analgésico. Si tiene una enfermedad crónica del hígado o de los riñones, consulte al proveedor de atención médica antes de usar estos medicamentos. También hable con el proveedor si alguna vez tuvo una úlcera estomacal o sangrado gastrointestinal.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica, o según le hayan indicado.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Nuevo dolor abdominal que empeora
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según le haya indicado el proveedor
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Mareos, debilidad o desmayo
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Falta de aire, dificultad para respirar o respiración acelerada
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Aumento del dolor de pecho al respirar
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Dolor fuerte que aparece de repente o que dura más de una hora