La presencia de líquido en la rodilla también se conoce como derrame de rodilla. En general, la articulación de la rodilla tiene menos de 29 mililitros (1 onza) de líquido. Una lesión o inflamación de la articulación de la rodilla hace que se acumule más líquido. Cuando esto ocurre, la articulación de la rodilla se hincha y, a menudo, duele. Puede ser difícil doblar la rodilla por completo.
La causa más frecuente de la presencia de líquido en la rodilla es la artrosis por desgaste del cartílago articular. Otras causas pueden ser una lesión en el cartílago, artritis inflamatoria, como la gota o la artritis reumatoide, y una infección de la articulación.
Si la causa del líquido es incierta, quizá necesite un aspirado con aguja. En este procedimiento, se toma una muestra del líquido articular de la rodilla para su análisis. Quitar el exceso de líquido también puede aliviar la hinchazón y el dolor.
Cuidados en el hogar
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Limite el nivel de actividad. No pise con la pierna lesionada durante el mayor tiempo posible hasta que el dolor se alivie.
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Mantenga la pierna en alto para reducir el dolor y la hinchazón. Para dormir, coloque una almohada debajo de la pierna afectada. Cuando esté sentado, apoye la pierna lesionada de manera que quede por encima del nivel del corazón. Es muy importante que haga eso durante las primeras 48 horas.
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Aplique una compresa de hielo sobre la zona lesionada durante 15 o 20 minutos cada tres a seis horas. Hágalo durante las primeras 24 a 48 horas. Para hacer una compresa de hielo, coloque cubos de hielo en una bolsa plástica, ciérrela y envuélvala en una toalla fina. Siga usando las compresas de hielo para calmar el dolor y la hinchazón según sea necesario. Tenga cuidado de no mojar el vendaje, la férula o el yeso a medida que el hielo se derrita. Después de 48 horas, aplique calor entre 15 y 20 minutos (mediante una ducha o un baño caliente) varias veces al día, o alterne entre hielo y calor. Si tiene una rodillera ortopédica con ganchos y sujetadores, puede abrirla para colocar la compresa de hielo, o una fuente de calor, directamente sobre la rodilla. Nunca aplique hielo de forma directa sobre la piel. Siempre envuelva el hielo en una toalla u otro tipo de tela.
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Puede tomar analgésicos de venta libre para controlar el dolor, a menos que le hayan recetado otro analgésico. Hable con el proveedor de atención médica antes de tomar estos medicamentos si tiene una enfermedad crónica del hígado o de los riñones, si alguna vez tuvo úlceras estomacales o hemorragias gastrointestinales, o si toma anticoagulantes.
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Si le recomendaron el uso de muletas o andadores, no apoye todo su peso en la pierna lesionada hasta que pueda hacerlo sin dolor. Hable con el proveedor de atención médica antes de retomar un deporte o todas las tareas del trabajo.
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Si tiene una rodillera ortopédica con ganchos y sujetadores, puede quitársela para bañarse y dormir, a menos que le indiquen lo contrario.
Visita de seguimiento
Asista a las citas de seguimiento con el proveedor de atención médica según le hayan indicado.
Si tiene sobrepeso, hable con el proveedor de atención médica sobre un programa de pérdida de peso. El exceso de peso ejerce más tensión en las rodillas.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Aumento del dolor, enrojecimiento o hinchazón de la rodilla
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior que dure entre 24 y 48 horas, o según lo indicado
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Escalofríos con temblores