Tiene un hematoma (contusión) en la pierna, la rodilla, el tobillo, el pie o el dedo del pie. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y pigmentación anormal de la piel. No tiene ningún hueso roto. Esta lesión puede tomar entre unos pocos días y algunas semanas en sanar. Durante ese tiempo, el hematoma puede cambiar de color rojo a violeta azulado, a amarillo verdoso y, luego, a amarillo amarronado.
Cuidados en el hogar
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A menos que le receten otro medicamento, puede tomar paracetamol, ibuprofeno o naproxeno para controlar el dolor. Si tiene una enfermedad hepática o renal crónica o si alguna vez tuvo una úlcera estomacal o hemorragia gastrointestinal, consulte con su proveedor de atención médica antes de tomar estos medicamentos.
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Mantenga la zona lesionada elevada para reducir el dolor y la inflamación. Cuando esté sentado o acostado, eleve la zona lesionada lo más que pueda, al nivel del corazón. Puede resultarle cómodo dormir con una almohada debajo de la pierna para ayudar a levantarla. Esto es muy importante durante las primeras 48 horas.
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Colóquese hielo en la zona lesionada para reducir el dolor y la hinchazón. Aplique una compresa de hielo sobre la zona con el hematoma durante 20 minutos cada una o dos horas a lo largo del primer día. Hágalo de tres a cuatro veces por día hasta que desaparezcan el dolor y la hinchazón. Para hacer una compresa de hielo, coloque cubos de hielo en una bolsa plástica y ciérrela. Envuelva la bolsa en una toalla delgada. Nunca coloque el hielo directamente sobre la piel.
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Si le recomendaron el uso de muletas, no apoye todo su peso en la pierna lesionada hasta que pueda hacerlo sin sentir dolor. Puede retomar sus actividades deportivas cuando sea capaz de apoyar todo su peso y resistir impactos en la pierna lesionada sin sentir dolor.
Visitas de seguimiento
Asista a las citas de seguimiento con su proveedor de atención médica según le hayan indicado. Llame a su proveedor si no mejora al cabo de una o dos semanas.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Aumento del dolor o de la hinchazón
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Pie o dedos del pie fríos, azulados, entumecidos o con hormigueo
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Síntomas de infección: sensación de calor, secreción o aumento del enrojecimiento o del dolor alrededor de la lesión
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Imposibilidad de mover la zona lesionada o cualquier articulación por debajo de la zona lesionada
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Hematomas frecuentes por razones desconocidas