El prepucio es la piel que cubre la cabeza del pene (glande). En la mayoría de los bebés, el prepucio no se puede tirar hacia atrás (retraerse). Esto se debe al la abertura estrecha en la punta del prepucio y su unión a la cabeza del pene (glande). La imposibilidad de retraer el prepucio al nacer es una condición normal.
Al crecer su hijo, la abertura del prepucio se agranda. También, el prepucio se separa del glande y es posible tirarlo hacia atrás. En algunos niños esto ocurre a los 3-5 años. En otros puede no ocurrir hasta la adolescencia. Esto es normal. Es importante que los padres no traten de forzar el prepucio hacia atrás porque puede producirse una lastimadura y cicatriz.
Cuidados en la casa:
Antes de que el prepucio pueda retraerse:
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Lave el prepucio y el pene diariamente con el baño.
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Cambie los pañales frecuentemente
Una vez que su hijo sea más grande (por lo general a los 6 meses) y el prepucio se pueda retraer fácilmente:
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A la edad apropiada enséñele a su hijo a lavarse el prepucio retraído con agua y jabón con cada baño o ducha.
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Después de cada limpieza devolver el prepucio a su posición original cubriendo el glande.
Una vez que el prepucio se puede retraer, podrá notar nódulos color blanco como el nácar debajo, llamados esmegma. Los mismos están formados por células de la piel que se desprenden al separarse el prepucio de la cabeza del pene. Esmegma es algo normal y de lo que no hay que preocuparse.
Seguimiento médico
Consulte con su médico de acuerdo a lo indicado por nuestro personal.
Cuándo debe buscar atención médica
Busque pronta atención médica si algo de lo siguiente ocurre:
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Dolor o hinchazón en el prepucio o el pene
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Dolor o ardor cuando orina
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Bloqueo parcial o total del flujo de orina
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Sangre (rosada o roja) que sale del prepucio o se ve en la orina
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Incapacidad para regresar el prepucio retraído a su posición normal (¡esto requiere atención inmediata!)
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