La cándida es un tipo de levadura. Crece naturalmente en la piel y en la boca. Si se sale de control, puede causar una infección. La cándida puede causar infecciones en la zona genital, la boca y en los pliegues de la piel, y en otras áreas húmedas. Cualquier niño puede tener esta infección. Es más común en los niños que recibieron un tratamiento con antibióticos o que tienen un sistema inmunitario débil debido a afecciones como la diabetes o el cáncer. También es más común en niños que tienen sobrepeso o que usan una férula, un aparato ortopédico o una extremidad artificial (prótesis).
La cándida hace que la piel se vuelva de color rojo brillante y se inflame. Además, puede presentar bultos pequeños. El borde de la parte infectada suele estar levantado. Esta infección causa dolor y picazón. En ocasiones, la piel se levanta y sangra.
Una dermatitis (sarpullido) por cándida suele tratarse con una crema o pomada antihongos. Es probable que el sarpullido desaparezca en el plazo de una a dos semanas luego de haber comenzado a tomar el medicamento. Si la infección no desaparece, quizás necesite un medicamento recetado. En casos poco frecuentes, también puede ocurrir una infección bacteriana.
Cuidados en el hogar
El proveedor de atención médica de su hijo le recomendará una crema o una pomada antihongos para el sarpullido. También puede recetarle algún medicamento para aliviar la picazón. Siga todas las instrucciones para darle esos medicamentos a su hijo.
Cuidados generales
La cándida suele crecer en lugares cálidos y húmedos. Por lo tanto, mantener la piel fresca y seca ayuda a evitarla.
Para niños que usan pañales:
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Cambie el pañal de su hijo tan pronto se ensucie o se humedezca. Siempre cámbiele el pañal al menos una vez por noche. Colóquele el pañal algo flojo.
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Seque la zona dándole toques con un paño suave humedecido y tibio. Si tiene heces secas, puede aflojarlas pasándole agua tibia sobre la zona. También puede colocarle unas gotas de aceite mineral. Si usa jabón, debe ser suave y sin perfume.
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Permita que su hijo pase momentos del día sin usar pañales. Dejar la piel expuesta al aire le ayudará a sanarse. No use un secador de pelo ni una lámpara de calor sobre la piel de su hijo. Eso puede causarle quemaduras.
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Cubra los pañales de tela con un tejido que deje pasar el aire. No use pantaletas de goma. Corte en varios lugares el elástico de las piernas o la cubierta de un pañal desechable. Eso permitirá que pase el aire para llegar a la piel de su hijo.
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No le aplique polvos, como talco o almidón de maíz. El talco es perjudicial para los pulmones de los niños. El almidón de maíz puede empeorar la infección por cándida.
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Lave bien sus manos con agua corriente limpia y jabón antes y después de cambiar el pañal de su hijo.
Para niños que no usan pañales:
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Haga que su hijo use todos los días ropa interior y pantalones limpios de algodón que le queden sueltos.
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Haga que su hijo se cambie el traje de baño mojado de inmediato.
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Ayude a su hijo a mantener la zona genital limpia y seca después de ir al baño. Trate de impedir que el niño se rasque la zona afectada.
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Haga que su hijo se lave bien las manos con agua tibia y jabón después de ir al baño y antes de comer.
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Lávese bien las manos con agua corriente limpia y jabón antes y después de atender a su hijo. Esto ayuda a evitar que la infección se propague.
Visita de seguimiento
Asista a las visitas de control con el proveedor de atención médica de su hijo o siga las indicaciones recibidas. El tiempo de curación de la piel varía según la gravedad de la infección. Las infecciones por cándida en los niños pequeños que regresan y no se van pueden ser una señal de otro problema de salud.
Cuándo llamar a su proveedor de atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato si se presenta cualquiera de las siguientes situaciones:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños" más abajo)
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Empeoramiento del enrojecimiento o la hinchazón
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Supuración (líquido) con olor desagradable de la piel
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Dolor que empeora
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Sarpullido sin mejora después del tratamiento
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre estos, se encuentran los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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Author: Wheeler, Brooke
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