La celulitis es una infección de las capas profundas de la piel. Una rotura de la piel como, por ejemplo, una cortada o un raspón, puede permitir la entrada de bacterias debajo de la piel. También puede presentarse cuando se infecta un granito (glándula sebácea) o un folículo piloso. La celulitis es más común en los niños con un sistema inmunitario débil, como ocurre luego de tener cáncer o un trasplante de órgano.
La celulitis facial es una infección de los tejidos de la cara. Suele ocurrir en las mejillas. También puede presentarse debajo o alrededor de los ojos, en el cuello o detrás de las orejas. La celulitis produce enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor en la piel afectada. Las zonas enrojecidas tienen un borde visible. Las lesiones abiertas pueden supurar (pus). Su hijo puede tener fiebre, escalofríos y dolor. Un niño pequeño puede estar irritable, llorar y puede ser difícil de calmar.
La celulitis se trata con antibióticos. Los síntomas suelen desaparecer al cabo de uno a dos días de tratamiento. En algunos casos, los síntomas pueden regresar.
Si no se trata, la celulitis puede extenderse hasta los ojos, el torrente sanguíneo y los ganglios linfáticos. Entonces, la infección se puede diseminar por todo el organismo. Esto provoca una enfermedad grave.
Cuidados en el hogar
El proveedor de atención médica de su hijo le recetará un antibiótico para tratar la infección. Si a su hijo le recetan un antibiótico, asegúrese de dárselo todo por la totalidad de los días indicados hasta que se termine. Continúe dándole el medicamento aun si su hijo no tiene síntomas. También es posible que el proveedor de su hijo le indique tomar medicamentos para disminuir la fiebre y la hinchazón. Siga las instrucciones del proveedor al darle estos medicamentos a su hijo. No le dé aspirina a un niño menor de 18 años que tenga fiebre. Puede causar una enfermedad grave llamada síndrome de Reye.
Cuidados generales
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Haga que su hijo descanse lo más posible hasta que la infección empiece a desaparecer.
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Sostenga a los bebés en posición vertical. Haga que su hijo se siente en posición vertical tanto como sea posible. Esto puede ayudar a reducir la hinchazón de la cara.
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Siga las instrucciones del proveedor de atención médica para cuidar las lesiones (heridas) abiertas y cambiar los vendajes.
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Mantenga cortas las uñas de su hijo para reducir la posibilidad de rasguños.
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Lávese las manos con agua corriente limpia y jabón antes y después de atender a su hijo. Eso se hace para prevenir que se extienda la infección.
Visita de seguimiento
Asista a las visitas de control con el proveedor de atención médica de su hijo o siga las indicaciones recibidas.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato ante cualquiera de los siguientes síntomas:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños" más abajo)
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Síntomas que no se alivian con el tratamiento
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Ganglios linfáticos hinchados en el cuello o en las axilas (bajo los brazos)
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Hinchazón alrededor de los ojos o detrás de las orejas
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Babeo excesivo, hinchazón del cuello o voz apagada
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Enrojecimiento o hinchazón que empeoran
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Dolor que empeora
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Líquido con olor desagradable proveniente de la zona afectada
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Ennegrecimiento de la piel
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre estos, se encuentran los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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