Una infección por hongos se produce por un exceso de hongos en el cuerpo. Normalmente, la piel tiene hongos en cantidades pequeñas que no causan daño. Pero, cuando esas cantidades aumentan, causan una infección. Esto se conoce como tiña. Las infecciones por hongos son comunes en los niños y no suelen ser graves.
La infección suele comenzar como un círculo rosado, pequeño y plano del tamaño de un chícharo. Puede que la piel esté seca y escamosa. Tal vez tenga picazón en la zona. A medida que el hongo crece, se forma un anillo rojo más grande. Debido a su apariencia, esta infección de la piel por hongos suele llamarse anillo de gusano. Pero no la causa un gusano. Las infecciones en la piel causadas por hongos pueden ocurrir en muchas partes del cuerpo. Pueden aparecer en la cabeza, el pecho, los brazos, los glúteos o las piernas. Cuando se producen en los pies, las infecciones por hongos se conocen como pie de atleta. Provocan llagas que pican, y que en ocasiones también duelen, entre los dedos de los pies y en la planta y los lados de los pies.
En bebés y niños, una infección por hongos en la piel suele ser causada por el contacto con una persona o un animal infectado. Un niño que tomó antibióticos es más propenso a contraer una infección. Un niño con un sistema inmunitario debilitado también es más propenso a contraer una infección por hongos. Lo mismo les sucede a los niños con diabetes o con sobrepeso.
En la mayoría de los casos, el tratamiento se hace con una crema o pomada antimicótica. Si la infección aparece en el cuero cabelludo, su hijo deberá tomar medicamentos por vía oral. En algunos casos, el proveedor de atención médica puede tomar un trozo diminuto de piel para analizarlo en el laboratorio.
Cuidados en el hogar
Siga todas las instrucciones para el uso de cremas o pomadas antimicóticas sobre la piel de su hijo. El proveedor de atención médica puede indicarle que use vaselina en las zonas de roce con el pañal como barrera protectora. No use talco en polvo. Este puede dañar los pulmones.
Cuidados generales
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Deje la piel afectada al aire para que se pueda secar por completo. No utilice un secador de cabello para secar la piel. Séquese bien los pies y entre los dedos de los pies después de bañarse.
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Vista a su hijo con ropa holgada de algodón.
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Esté atento a que su hijo no se rasque la zona afectada. Eso puede retrasar su recuperación y extender la infección. También puede causarle una infección por bacterias. Es posible que tenga que colocarle a su hijo guantes tipo mitón que le cubran las manos.
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Mantenga la piel de su hijo limpia, pero no la lave demasiado. Esto podría irritarla.
Para niños que usan pañales:
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Cámbiele los pañales a su hijo de inmediato si se mojan o ensucian para mantener la piel del niño seca.
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Si usa toallitas descartables, elija un producto sin alcohol ni perfume. Use agua tibia y un jabón suave para limpiar la orina y las heces sobre la piel. Frote suavemente y deje que la piel se seque.
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Use un algodón impregnado de aceite mineral para quitar la pomada sucia. Mantenga pomada limpia sobre la piel. Aplique más pomada luego de cada cambio de pañal.
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Use pañales descartables superabsorbentes para ayudar a mantener la piel de su hijo seca. Si usa pañales de tela, cámbielos apenas se humedezcan y úselos con cobertores que permitan que la piel respire. No use pantalones de goma encima de los pañales.
Atención de seguimiento
Programe una visita de seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo según lo que se le haya indicado.
Nota especial para los padres
Lávese bien las manos con agua corriente limpia y jabón antes y después de atender a su hijo. Esto ayuda a evitar que la infección se propague.
Cuándo buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato si se presenta cualquiera de las siguientes situaciones:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños", a continuación)
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Enrojecimiento o inflamación que empeoran
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Dolor que empeora
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Líquido maloliente que sale de la piel
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura en el recto es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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Author: Wheeler, Brooke
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