Siempre que no se sienta cómodo con una situación médica, llame al 911 o al número local de emergencias, vaya a la sala de emergencias más cercana o llame al proveedor de atención médica de su familia.
Cuándo buscar ayuda de inmediato
Según el Colegio Estadounidense de Médicos de Emergencia (ACEP, por sus siglas en inglés), las siguientes afecciones requieren atención médica de inmediato. Llame al
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Problemas para respirar o falta de aliento
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Ahogo o asfixia
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Dolor o presión en el pecho o la parte superior del abdomen que dura 2 minutos o más
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Desvanecimiento, mareos repentinos o debilidad
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Cambios de la vista
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Confusión o cambios en el estado mental o comportamiento inusual
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Cualquier dolor intenso o repentino
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Sangrado incontrolable
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Vómitos o diarrea intensos, o vómitos y diarrea que no se detienen
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Tos o vómitos con sangre
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Sentimientos de hacerse daño o dañar a otros
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Problemas para hablar o entumecimiento o debilidad en cualquier parte del cuerpo
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Dolor abdominal inusual
Otras afecciones
Otras afecciones y síntomas que requieren atención médica de emergencia:
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Envenenamiento o intoxicación
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Sobredosis
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Pérdida del conocimiento
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Quemadura grave
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Lesión en la médula espinal, en la cabeza o traumatismo craneal
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Reacción alérgica grave
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Ritmo cardíaco acelerado (más de 120 a 150 latidos por minuto) en reposo, en especial si también tiene falta de aliento o sensación de desvanecimiento
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Un hueso roto que sobresale por la piel
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Ahogamiento
Emergencias de los niños
La ACEP informa que debe buscar ayuda de inmediato si su hijo tiene algo de lo siguiente:
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Algún cambio importante respecto de su comportamiento normal.
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Confusión o delirio.
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El niño tiene menos reacción o no está alerta, o está inconsciente.
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Está muy somnoliento.
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Se pone quisquilloso.
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Convulsión o contracciones musculares o temblores anormales.
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Comportamiento extraño o retraído.
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Dolor de cabeza muy fuerte o vómitos, en especial si el niño se lesionó la cabeza.
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Sangrado incontrolable.
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El niño no se puede parar o camina de manera inestable.
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Problemas respiratorios.
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Tiene la piel o los labios con aspecto azulado o morado, o gris en los niños de piel más oscura.
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Dificultades para alimentarse o comer.
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Dolor que empeora o que es muy fuerte.
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Fiebre acompañada de cambios en el comportamiento. Podría ser un dolor de cabeza muy fuerte y repentino, cambios mentales, rigidez en el cuello o la espalda o sarpullidos.
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Vómitos o diarrea intensos, o vómitos y diarrea que no se detienen.
Cuándo llamar para pedir ayuda
Recuerde que debe llamar para pedir ayuda si no se siente cómodo con una situación médica. Si actúa rápido, puede prevenir una emergencia grave y podría salvar una vida.
