La carabela o fragata portuguesa (también conocida como botella azul) es un animal marino similar a las medusas que habita en los océanos y las bahías tropicales. Sus tentáculos tienen aguijones en forma de espiral que contienen un veneno muy potente y doloroso. Sus tentáculos pueden crecer hasta 165 pies de longitud. La carabela portuguesa utiliza su picadura para paralizar a peces pequeños y poder comérselos. Las reacciones en los seres humanos pueden variar desde leves a moderadas. En casos poco frecuentes, pueden llegar a poner en peligro la vida.
Después de una picadura, los tentáculos dejan marcas largas, con forma de filamentos y de color rojo en la piel. Estas marcas duran desde minutos hasta horas. Se siente dolor localizado, ardor, hinchazón y enrojecimiento. Esta erupción puede aparecer y desaparecer durante hasta seis semanas. En reacciones más fuertes, puede causar calambres, fiebre, sudoración, debilidad, desmayos, mareos, náuseas, vómitos y diarrea. Se utilizan medicamentos de venta libre para tratar los síntomas generalizados de dolor, picazón e hinchazón. Las reacciones graves necesitan tratamiento en el hospital.
Prevención y cuidados
Los siguientes consejos pueden ayudarlo a prevenir y cuidar una picadura:
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Antes de nadar en océanos y bahías, verifique si hubo advertencias sobre la carabela portuguesa en los informes de la playa local. No nade en aguas donde haya estos animales marinos.
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Si encuentra uno sobre la arena, no lo toque. Incluso las carabelas portuguesas muertas o los tentáculos separados del cuerpo pueden picar.
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Si lo pican, enjuáguese la zona con agua salada. Aplique solución concentrada de vinagre, de ser posible. Esto desactivará la acción de los aguijones y evitará la liberación de más toxina. Luego, intente quitarse los tentáculos con un guante.
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Coloque la zona afectada en agua salada caliente durante 20 minutos.
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Solicite asistencia médica en caso de reacciones moderadas a graves.
Cuidados en el hogar
Los siguientes consejos lo ayudarán a cuidarse en el hogar:
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Si su proveedor de atención médica le recetó medicamentos, tómelos según las indicaciones.
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Luego de que la picadura reciba tratamiento y se quiten los tentáculos, coloque una bolsa de hielo sobre la zona lesionada durante 20 minutos. Haga esto cada dos horas durante el primer día. Repítalo de tres a cuatro veces al día durante los días siguientes hasta que se alivien el dolor y la hinchazón. Para hacer una compresa de hielo, coloque cubitos de hielo en una bolsa plástica que pueda cerrarse. Envuelva la bolsa en una toalla o un paño limpio y fino. Nunca aplique hielo o una compresa de hielo directamente sobre la piel.
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Las cremas con hidrocortisona y benzocaína de venta libre pueden disminuir el dolor local y la comezón.
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Puede conseguir antihistamínicos orales que contienen difenhidramina en farmacias y tiendas. A menos que se le haya recetado un antihistamínico, puede usarlos para reducir la comezón si hay zonas grandes de la piel comprometidas. Tome dosis más bajas durante el día y dosis más altas durante la noche, ya que este medicamento puede causar sueño. No tome antihistamínicos con difenhidramina si tiene glaucoma o si es un hombre que tiene problemas al orinar debido a un agrandamiento de la próstata. Algunos antihistamínicos causan menos somnolencia y resultan una buena alternativa para tomar durante el día.
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Puede usar ibuprofeno para aliviar el dolor y la inflamación, a menos que le hayan recetado otro analgésico. Si tiene una enfermedad hepática o renal crónica o ha tenido alguna vez una úlcera estomacal o una hemorragia gastrointestinal, consulte con su proveedor de atención médica antes de tomar estos medicamentos.
Seguimiento
Programe una visita de control con su proveedor de atención médica o según le hayan recomendado. Además, programe una visita de seguimiento si el sarpullido sigue reapareciendo.
Cuándo llamar al 911
Llame al
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falta de aire o dolor de pecho;
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mareos, debilidad o desmayos.
Cuándo buscar atención médica
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de los siguientes síntomas:
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síntomas que empeoran;
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erupción que se vuelve más roja, dolorosa o caliente o que supura líquido, o aparición de llagas;
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fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más alta, o como le haya indicado su proveedor de atención médica;
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orina de color rosado o rojo.
