Un hematoma (contusión) se forma cuando se rompen vasos sanguíneos pequeños y se filtra un poco de sangre en la zona cercana. Los hematomas en los dedos del pie o de la mano pueden producirse a partir de un golpe, un impacto o una caída. En general, los síntomas de un hematoma incluyen cambios en la coloración de la piel, hinchazón y dolor. Un hematoma profundo puede tardar varias horas en aparecer. Si la lesión es grave, puede que deba hacerse una radiografía para ver si hay algún hueso roto.
Pueden envolverle el dedo lesionado para protegerlo y reducir la hinchazón. Si tiene un hematoma grave en el dedo del pie, es posible que necesite usar muletas durante algunos días.
La inflamación debería reducirse en unos pocos días. Los moretones y el dolor pueden tardar varias semanas en irse. Cuando se sienta mejor y la hinchazón disminuya, puede comenzar, de a poco, a retomar sus actividades.
Cuidados en el hogar
Siga estas recomendaciones para los cuidados en su casa:
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Es posible que su proveedor de atención médica le recete medicamentos para el dolor (analgésicos) y la inflamación. Siga todas las instrucciones sobre cómo administrarse estos medicamentos.
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Descanse la pierna o el brazo afectado. Tal vez deba limitar las actividades durante algunos días.
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Eleve la mano o el pie lesionado para reducir la hinchazón.
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Niños de 1 año o más: Cuando estén sentados o acostados, deben elevar la mano o el pie lesionado por encima del nivel del corazón tan a menudo como sea posible. En niños mayores de un año, apoye la mano o el pie del niño sobre almohadas.
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Bebés menores de 12 meses: Si el bebé está despierto y bajo la supervisión de un adulto, lo puede colocar de costado, sobre el lado sano, para elevar la mano o el pie lesionados. Si el bebé se duerme, acuéstelo sobre una superficie firme y plana. Nunca use almohadas ni haga dormir a un bebé boca abajo ni de costado. Los bebés menores de 12 meses deben dormir boca arriba sobre una superficie plana. El bebé no debe dormir en asientos para coches, cochecitos, columpios ni mochilas portabebés. Si su bebé se duerme en alguno de ellos, acuéstelo sobre una superficie firme y plana lo antes posible.
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Aplique frío sobre la zona lesionada para reducir la inflamación y el dolor. Para bebés y niños pequeños, humedezca un paño limpio con agua fría y luego escúrralo. Para niños mayores y adultos, use una compresa fría o una bolsa de hielo envueltas en una toalla fina y seca. Aplique la fuente de frío sobre la zona lesionada hasta 20 minutos. Hágalo varias veces al día mientras su hijo esté despierto. Continúe por uno o dos días o según le indiquen.
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Cuando la hinchazón desaparezca, comience a usar compresas calientes. Una compresa caliente es un paño limpio empapado con agua caliente. Aplíquela en la zona durante 10 minutos varias veces al día.
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Si le colocaron un vendaje, siga las instrucciones sobre cómo usarlo y cuándo quitarlo.
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Siga todas las demás instrucciones que le hayan dado.
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Recuerde que el hematoma puede tardar varias semanas en desaparecer.
Atención de seguimiento
Asista a los controles con su proveedor de atención médica según le hayan indicado.
Nota especial para los padres
Los proveedores de atención médica están capacitados para determinar si las lesiones de este tipo en los niños pequeños podrían ser una señal de posible maltrato o abuso infantil. Probablemente le hagan preguntas para saber cómo se lesionó su hijo. La ley les exige a los proveedores de atención médica que hagan esas preguntas. Y lo hacen para proteger a su hijo. Trate de ser paciente.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de los siguientes signos o síntomas:
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Amoratamiento que empeora
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Dolor o inflamación que no mejoran o que empeoran
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Entumecimiento u hormigueo de la mano o del pie lesionados
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Palidez o sensación de frío en los dedos de la mano o la mano o en los dedos del pie o el pie
Author: Wheeler, Brooke
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