Una placa de crecimiento, también llamada cartílago de crecimiento, es una zona que se encuentra cerca de cada extremo de los huesos largos. Los niños la tienen desde el nacimiento hasta la adolescencia. El cartílago de crecimiento le permite al hueso crecer a medida que el niño se desarrolla. Una vez que finaliza el crecimiento del hueso, el cartílago de crecimiento se convierte en hueso sólido. Una rotura (fractura) en el cartílago de crecimiento se conoce como fractura de la fisis, de Salter o de Salter-Harris. En los bebés y niños pequeños, el hueso aún no se ha formado completamente en esta zona. Por eso, estas fracturas pueden dar una imagen normal en las primeras radiografías que se tomen.
Algunas fracturas del cartílago de crecimiento no afectan el crecimiento futuro del hueso en absoluto. Otras son más graves. Pueden provocar un acortamiento del hueso, artritis, deformidad de la articulación y discapacidad crónica de la articulación años más tarde.
El proveedor de atención médica comprobará si las partes rotas del hueso están alineadas y no se han desplazado de su lugar. Si la fractura está muy fuera de lugar, es posible que haya que volver a colocarla en su sitio. En el caso de una lesión grave, es posible que su hijo necesite cirugía para volver a colocar el hueso en su lugar. Un cirujano ortopédico hace esta cirugía. Es un cirujano que se especializa en tratar problemas de los huesos, los músculos, las articulaciones y los tendones.
Luego, le pondrán una férula o un yeso en la pierna o el pie. En algunos casos, puede que le den una bota especial en lugar de la férula o el yeso. La férula, el yeso o la bota deberán permanecer puestos hasta que el hueso se haya recuperado.
Cuidados en el hogar
El proveedor de atención médica de su hijo puede recetarle medicamentos para el dolor. Siga las instrucciones del proveedor al darle estos medicamentos a su hijo. No le dé aspirina, a menos que el proveedor de su hijo así lo indique. Si no le recetaron un calmante o analgésico, pregúntele al proveedor qué medicamento puede darle a su hijo para aliviar el dolor y el malestar.
Cuidados generales
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Si a su hijo le dieron muletas, debe usarlas para caminar. Su hijo no debe caminar ni apoyarse sobre la pierna o el pie lesionados hasta que el proveedor de atención médica lo autorice.
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En bebés y niños: colóquele una compresa fría sobre la zona lesionada para ayudar a controlar la inflamación. Puede hacer una compresa fría con una bolsa plástica con cubos de hielo envuelta en una toalla fina. Tenga cuidado de que no se moje el yeso o la férula a medida que se derrita el hielo. No coloque el hielo directamente sobre la piel porque esto podría causarle daño. Es posible que le resulte difícil usar la compresa fría porque a la mayoría de los niños les desagrada la sensación de frío. No obligue a su hijo a aceptar el hielo. Esto podría hacerlos sentir a ambos muy mal. A veces, ayuda hacer de esto un juego.
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Mantenga la compresa fría sobre la zona lesionada durante 20 minutos cada 1 o 2 horas el primer día. Siga usando la compresa fría 3 o 4 veces al día durante los 2 días siguientes y, luego, según sea necesario. Puede colocar la compresa fría directamente sobre la férula o el yeso. Si a su hijo le pusieron una bota, ábrala para aplicar frío (a menos que le indiquen otra cosa).
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Mantenga la pierna o el pie en alto para reducir el dolor y la hinchazón. Es muy importante que haga esto durante los primeros 2 días (48 horas) después del momento de la lesión. Si se trata de un bebé o un niño pequeño, tenga cuidado de que las almohadas no se deslicen y puedan quedarle cerca de la cara.
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Cuide de la férula o del yeso tal como le hayan indicado. No coloque talcos ni lociones dentro de la férula o del yeso. Impida que su hijo introduzca objetos dentro de la férula o del yeso.
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Mantenga secos la férula, el yeso o la bota. A menos que le indiquen otra cosa, puede quitarle la bota ortopédica para bañarlo. Si tiene una férula o un yeso, debe cubrirlos con una bolsa plástica para evitar que se mojen cuando el niño se baña o se ducha. Cierre la parte superior de la bolsa con cinta adhesiva o bandas elásticas. Cubrir el yeso o la férula con una bolsa plástica no lo hará completamente impermeable. No permita que caiga agua directamente sobre la zona y no sumerja el yeso cubierto en agua.
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Aliente a su hijo a que mueva los dedos del pie de la pierna afectada o que haga ejercicios con ellos.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo en 1 semana, o según le hayan indicado. Es posible que sean necesarias radiografías de seguimiento para ver cómo está sanando el hueso. Si a su hijo le pusieron una férula, es posible que la cambien por un yeso o una bota en la visita de seguimiento. Si lo derivaron a un especialista, coordine esa cita tan pronto como pueda.
Nota especial para los padres
Los proveedores de atención médica están capacitados para determinar si las lesiones de este tipo en los niños pequeños podrían ser una señal de posible maltrato o abuso infantil. Es posible que varios proveedores de atención médica le hagan preguntas para saber cómo se lastimó su hijo. Por ley, los proveedores de atención médica deben hacer esas preguntas. Estas se hacen para proteger a su hijo. Trate de ser paciente y no ofenderse por las preguntas.
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Dificultad para respirar
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Confusión
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Mucha somnolencia o problemas para despertarse
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Desmayo o pérdida del conocimiento
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Frecuencia cardíaca acelerada
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Convulsiones
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Rigidez en el cuello
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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El yeso o la férula se humedecieron o se ablandaron
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El yeso o la férula están demasiado apretados. Si la férula está colocada, aflójela antes de buscar atención médica. Es posible que esté demasiado ajustada.
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La hinchazón o el dolor empeoran. Si la férula está colocada, aflójela antes de buscar atención médica. Si es un bebé pequeño que todavía no habla, es posible que muestre signos de dolor con un llanto que no se logra calmar.
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Los dedos del pie de la pierna lesionada están fríos, se ven azulados o se sienten entumecidos, arden o tienen cosquilleo. Si la férula está colocada, aflójela antes de buscar atención médica.
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El niño no puede mover los dedos del pie de la pierna lesionada
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños" a continuación)
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Escalofríos
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor de atención médica quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé el proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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