Puede que le cause temor ver que su hijo tiene un espasmo del sollozo, pero sepa que no es dañino para él. Estos espasmos pueden ocurrir a partir de los 6 meses y hasta los 6 años. Es más común en los niños de 1 y 3 años. Los recién nacidos rara vez tienen espasmos del sollozo.
Los episodios de espasmos del sollozo pueden presentarse de una a varias veces al día, o solo una vez cada tanto. Los espasmos del sollozo suelen ocurrir durante una rabieta. Tenga en cuenta que su hijo no lo hace a propósito y que estos espasmos no son dañinos para él. No golpee ni castigue a su hijo durante la rabieta ni después de esta.
La mitad de los niños dejan de tener este tipo de espasmos para cuando llegan a los 4 años y más del 80 % los superan antes de los 8 años. Es posible que otros integrantes de la familia hayan tenido este mismo problema cuando eran bebés. Algunas personas continúan con estos espasmos en la adultez.
Causa y tipos
Si bien alguna vez se creyó que esto era algo que el niño hacía a propósito por tener problemas emocionales, no es así. Ahora se cree que es un reflejo involuntario (fuera del control del niño) del sistema nervioso en respuesta a un dolor físico o a un hecho emocionalmente perturbador.
Existen dos tipos de espasmos del sollozo. Ambos son involuntarios. No obstante, tienen diferentes causas y características:
Cianótico (el tipo más común)
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Desencadenado por una rabieta, un reto o regaño, o un evento perturbador
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Puede incluir una breve convulsión
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Puede responder al tratamiento con suplementos de hierro
Pálido (el tipo menos común)
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Desencadenado por dolor físico, una lesión menor o un susto
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Causado por una frecuencia cardíaca más lenta de lo normal
Signos y síntomas
En un espasmo del sollozo cianótico, puede ocurrir lo siguiente:
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El niño llorará por un periodo corto o largo.
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Se produce silencio cuando el niño deja de respirar (por lo general, después de que exhala).
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El color de la piel (especialmente alrededor de los labios) cambia a rojizo-violáceo, azul o morado.
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El niño pierde la conciencia.
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Después de unos segundos, el niño comienza a respirar normalmente y recupera la conciencia.
En un espasmo del sollozo pálido, puede ocurrir lo siguiente:
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El niño puede llorar o no.
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El niño deja de respirar.
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El niño pierde la conciencia.
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La piel se vuelve pálida y el niño puede sudar mucho.
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El niño queda laxo (pierde el tono muscular).
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La frecuencia cardíaca aumenta de repente y el niño comienza a respirar otra vez.
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El niño recupera la conciencia.
Tenga en cuenta que es posible que el niño quede laxo y caiga al piso. Los músculos pueden moverse de manera involuntaria. Incluso puede haber una rigidez general en el cuerpo. Una vez que finaliza el espasmo, su hijo puede estar un poco somnoliento por algunos minutos antes de regresar a sus actividades normales. No obligue a su hijo a retomar las actividades anteriores. Es posible que necesite descansar durante unos minutos para recuperarse.
Cuidados en el hogar
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Si su hijo tiene una rabieta, haga un esfuerzo razonable por calmarlo. Si eso no funciona, deje que la rabieta pase, pero cuide que su hijo no se lastime.
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Si su hijo tiene un espasmo del sollozo y queda laxo, gírelo de lado para evitar que se ahogue con saliva o vómito. Si el niño estaba comiendo cuando ocurrió el espasmo del sollozo, compruebe que no tenga comida en la boca. Quite la comida de la boca con cuidado. Tenga cuidado de no empujar nada por la garganta del niño.
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Su hijo no podrá tragar con la lengua durante un espasmo del sollozo. No ponga nada en la boca del niño.
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Los espasmos del sollozo pueden darle más miedo al padre o la madre que al niño. No le demuestre preocupación o miedo extremos al niño.
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Un espasmo del sollozo puede parecer una convulsión o un desmayo. Comuníquese con el proveedor de atención médica de su hijo de inmediato para describirle lo que sucedió durante este evento. Es muy importante que le dé al proveedor de atención médica de su hijo la siguiente información:
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¿A qué se parecía el evento? ¿Una convulsión o un espasmo del sollozo?
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¿Cuánto tiempo duró el evento?
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¿Su hijo se puso de color azulado o de otro color? Si fue así, ¿cuándo cambió el color de su hijo? ¿Fue antes, durante o después de que comenzó a temblar o de que los músculos comenzaran a moverse de manera involuntaria?
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¿Cambió el color de su hijo antes de quedar laxo o perder la consciencia?
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Recuerde que debe observar atentamente cada vez que su hijo tiene un espasmo o ataque. Compruebe si este espasmo o ataque es igual al anterior, diferente o peor. Por ejemplo, ¿duró más tiempo? ¿Se están volviendo más frecuentes los espasmos? Para ayudarle a recordar, anote lo que sucedió cada vez. Incluya la fecha, hora, duración de la rabieta, duración del espasmo y los síntomas físicos que vio. Lleve esta información a los controles médicos de su hijo.
Visita de seguimiento
Asista a las visitas de control con el proveedor de atención médica de su hijo o siga las indicaciones recibidas. Hable con su proveedor de atención médica si las rabietas o los episodios de espasmos duran más tiempo, o se vuelven más frecuentes o intensos. Consulte a su proveedor de atención médica si necesita más consejos sobre cómo manejar una rabieta sin perder el control.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato si el niño presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
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Los espasmos del sollozo empeoran o se vuelven más largos o diferentes de lo habitual.
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Los temblores durante un espasmo del sollozo duran más tiempo que lo habitual.
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Mientras duerme, su hijo queda laxo (pierde el tono muscular), cambia el color de la piel o se sacude involuntariamente.
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Su hijo se sacude involuntariamente y, luego, toma un color azulado. Esto puede ser una convulsión.
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La piel cambia de color (azulado, rojo violáceo, con manchas, pálido) y ese color permanece después de que su hijo se despierta.
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Su hijo tiene dificultades para respirar o deja de respirar.
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Su hijo muestra confusión o no responde cuando usted le habla.
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Su hijo tiene dificultades para despertarse.
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Su hijo pierde la conciencia por más de un minuto.
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Si su hijo tiene una convulsión que dura más de un minuto.
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