El hígado está ubicado en el lado derecho del abdomen. Está justo debajo de la caja torácica. El hígado tiene muchas funciones importantes. Elimina las toxinas de la sangre. También ayuda con la coagulación de la sangre para detener el sangrado. La cirrosis es una consecuencia de cicatrizaciones y lesiones del hígado. Este daño es permanente. Puede hacer que el hígado deje de funcionar (insuficiencia hepática).
Las causas más comunes de cirrosis son el consumo excesivo de alcohol a largo plazo y tener hepatitis B o C. Otras causas son la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA, o enfermedad del hígado graso), una enfermedad autoinmunitaria, la hemocromatosis, las toxinas, ciertos medicamentos y determinados virus.
Entre los síntomas comunes de la cirrosis se incluyen los siguientes:
-
Cansancio o debilidad
-
Pérdida del apetito
-
Náuseas y vómitos
-
Tendencia al sangrado y a los moretones
-
Hinchazón del vientre (abdominal)
-
Pérdida de peso
-
Color amarillento en los ojos o en la piel (ictericia)
-
Picazón
-
Confusión
El tratamiento apunta a atender los síntomas y evitar un daño mayor al hígado. También puede recibir tratamiento para combatir o curar el virus de la hepatitis. Dejar el consumo del alcohol ayudará a detener el avance de la enfermedad. También puede evitar complicaciones futuras. Si la cirrosis avanza y se convierte en una amenaza para la vida, se puede considerar un trasplante de hígado en algunos casos.
Cuidados en el hogar
-
Evite los medicamentos que pueden empeorar el daño al hígado. El proveedor de atención médica le explicará si es necesario cambiar alguno de los medicamentos que toma. Hable con su proveedor de atención médica o farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento no recetado. Esto incluye cualquier medicamento de venta libre, suplementos dietéticos y medicamentos a base de hierbas. Ciertas sustancias pueden empeorar el daño hepático.
-
Hable con su proveedor de atención médica sobre los medicamentos que contienen paracetamol o los analgésicos antinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno. Estos pueden dañar el hígado y los riñones.
-
Deje de consumir alcohol. Si le resulta difícil dejar de beber, busque ayuda profesional. Considere entrar en un grupo de Alcohólicos Anónimos u otro tipo de programa de tratamiento para obtener apoyo. Pida a los proveedores información sobre cómo desintoxicarse o sobre centros de rehabilitación.
-
Si se inyecta drogas, tiene mayor riesgo de contraer hepatitis B y C. Busque ayuda para dejar de hacerlo.
-
Haga ejercicio físico con regularidad y mantenga su peso dentro de los límites normales. Busque ayuda de su proveedor si esto le resulta difícil. Tratar cualquier afección metabólica subyacente. Esto es muy importante porque las afecciones metabólicas como la obesidad, la presión arterial alta, las enfermedades del corazón, la diabetes y el colesterol alto pueden causar una enfermedad del hígado o empeorarla.
-
Pregúntele al proveedor de atención médica sobre las vacunas recomendadas. Estas incluyen las vacunas contra virus que pueden causar enfermedades hepáticas.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica, o según le hayan indicado. Si tiene cirrosis, es posible que necesite pruebas para revisar si hay complicaciones, como cáncer de hígado. Cumpla con las citas de seguimiento. Es importante hacer un seguimiento constante de su salud general y de sus valores de laboratorio.
Para obtener más información sobre la existencia de grupos de apoyo para personas con enfermedad hepática, comuníquese con las siguientes instituciones:
-
American Liver Foundation (Fundación estadounidense del hígado) : www.liverfoundation.org
-
AASLD Foundation: www.aasldfoundation.org/patients
Cuándo debe buscar atención médica
Llame de inmediato al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
-
Sube rápidamente de peso, con un aumento del tamaño del vientre (abdomen) o hinchazón de las piernas
-
Ictericia (color amarillo en la piel o los ojos) que aumenta
-
Exceso de sangrado de los cortes o heridas
-
Vómitos o heces con sangre
