La función de los pulmones es introducir aire en el cuerpo y expulsarlo. Dentro de los pulmones, el aire se desplaza a través de una red de vías respiratorias (tubos) de tejido elástico. Si algo bloquea estas vías respiratorias, o hay demasiada presión sobre un pulmón, este puede colapsarse. El colapso total o parcial de un pulmón se llama atelectasia.
La atelectasia puede ocurrir cuando el niño traga un objeto extraño. El objeto luego obstruye las vías respiratorias. La atelectasia también puede deberse a un reposo prolongado en la cama, como después de una cirugía. O incluso por no realizar respiraciones profundas. Puede ocurrir por una costilla rota, por ejemplo. Asimismo, es más común en niños con determinadas enfermedades pulmonares, como la fibrosis quística.
La atelectasia no suele presentar peligro de muerte en un niño sano. No obstante, esta afección es más seria en los niños pequeños y en aquellos que tienen otros problemas de salud. Esta afección a veces no produce síntomas. O puede causar respiración poco profunda, bajos niveles de oxígeno, tos o sibilancias. La afección suele diagnosticarse mediante una radiografía de tórax o una tomografía computarizada del pecho. También se puede detectar durante una broncoscopia. Este es un procedimiento que se usa para observar las vías respiratorias en los pulmones. Se introduce por la boca un tubo delgado y con luz que pasa por la garganta y la tráquea hacia las vías respiratorias. El objetivo del tratamiento de la atelectasia es lograr que el pulmón vuelva a expandirse. Si hay un objeto extraño en el pulmón, se extraerá dicho objeto. El pulmón volverá a inflarse al mover al niño a posturas diferentes y al darle golpes suaves en el pecho para incitar la expansión del pulmón. También podrían darle un dispositivo especial llamado espirómetro de incentivo. Este dispositivo promueve la respiración profunda. Le darán analgésicos si el dolor contribuye a la atelectasia. Estos facilitan la respiración profunda y la tos. Si la atelectasia no se trata, puede causar neumonía o dificultad para respirar.
Cuidados en el hogar
Medicamentos
Puede que el proveedor de atención médica de su hijo le recete medicamentos llamados mucolíticos. Estos medicamentos ayudan a aflojar las secreciones. También le pueden recetar broncodilatadores. Los broncodilatadores abren (dilatan) las pequeñas vías respiratorias del niño. Siga las instrucciones del proveedor de atención médica al darle estos medicamentos a su hijo.
Cuidados generales
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Deje que el niño descanse tanto como necesite. Podrá retomar las actividades habituales cuando se sienta bien.
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En niños mayores de un año, use almohadas para mantener elevada la cabeza y la parte superior del cuerpo del niño cuando esté acostado. Esto facilitará la respiración. Consulte a su proveedor de atención médica hasta qué punto debe elevar la cabeza de su hijo.
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Nunca utilice almohadas con niños menores de 12 meses. Nunca use almohadas ni duerma boca abajo o de costado a un bebé menor de 12 meses. Los bebés menores de 12 meses deben dormir boca arriba sobre una superficie plana. El bebé no debe dormir en asientos para coches, cochecitos, columpios ni mochilas portabebés. Si su bebé se duerme en alguno de ellos, acuéstelo sobre una superficie firme y plana lo antes posible.
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Ayude al niño a hacer ejercicios respiratorios según le haya indicado el proveedor.
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Si la tos le produce dolor, dígale al niño que apriete una almohada contra el estómago al toser. Esto podría aliviarle el dolor.
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Ayude a su hijo a mantener una dieta saludable y beber abundante líquido.
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Si a su hijo le dieron un espirómetro de incentivo, úselo según le hayan indicado.
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No fume cerca de su hijo. Tampoco permita que otras personas lo hagan. Es decir, los invitados en su casa o los pasajeros en su automóvil.
Visita de seguimiento
Programe las visitas de control con el proveedor de atención médica de su hijo o según le hayan indicado.
Cuándo buscar atención médica
En el caso de un niño que habitualmente está sano, llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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Los síntomas continúan o empeoran
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Fiebre (consulte la sección "La fiebre y los niños" a continuación)
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Tos que empeora
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Su hijo presenta otros síntomas que a usted le preocupan o no está recuperándose como debería
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Dificultad para respirar
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Confusión o mareos
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No responde cuando le hablan o pierde el conocimiento
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Labios, piel o uñas de color azulado, morado o gris
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 ºF (38 ºC) o superior
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En la axila: 99 ºF (37.2 ºC) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 ºF (38.9 ºC) o superior
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En la axila: 101 ºF (38.3 ºC) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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