La tos es uno de los síntomas más comunes de enfermedad infantil. Se produce con mayor frecuencia como parte del resfrío común, la gripe o la bronquitis. Esta clase de tos, por lo general, mejora en dos a tres semanas. Si la tos continúa durante más de 3 a 4 semanas, puede deberse a otras causas.
Si la tos no mejora durante las siguientes 2 semanas, puede que sea necesario hacerle más exámenes a su hijo. Haga el seguimiento con su proveedor de atención médica según le hayan indicado. En función del examen de hoy, la causa exacta de la tos de su hijo es incierta. A continuación, se presentan algunas de las causas más comunes de la tos persistente.
Goteo retronasal
La tos que empeora por las noches puede deberse al goteo retronasal. El exceso de mucosidad en la nariz drena desde la parte posterior de la nariz hacia la garganta y provoca el reflejo de toser. Si el goteo retronasal ha durado más de tres semanas, quizás se deba a una infección de senos paranasales o una alergia. Las causas de alergias comunes incluyen polvo, humo, polen, moho, mascotas, productos de limpieza, desodorantes de ambientes y gases químicos. Los antihistamínicos o los descongestivos de venta libre pueden resultar útiles para las alergias. Pero no deben utilizarse en niños menores de 6 años, a menos que se los haya indicado el proveedor de atención médica de su hijo. Una infección de los senos paranasales puede requerir tratamiento con antibióticos. Visite a su proveedor de atención médica si los síntomas continúan.
Asma
La tos puede ser el único signo del asma leve. El proveedor de atención médica de su hijo puede realizarle exámenes para averiguar si el asma es la causa de la tos. Es posible que se le indiquen a su hijo medicamentos contra el asma a manera de prueba.
Objetos extraños
Los bebés y los niños pequeños que se ponen objetos diminutos en la boca pueden inhalarlos hasta los pulmones. Esto puede provocar un ataque grave de tos al principio que se convierte en una tos crónica. Su hijo también puede tener sibilancias o falta de aire. Esto constituye una complicación grave. Si se tienen sospechas, el proveedor de atención médica debe realizar un control.
Acidez (enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE)
El esófago es el conducto que lleva los alimentos desde la boca hasta el estómago. Hay una válvula en el extremo inferior del esófago que se cierra para evitar que el contenido del estómago retroceda (reflujo). Cuando esta válvula no funciona bien, los alimentos y el ácido del estómago regresan al esófago. Este trastorno también se llama enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Cuando retrocede hasta la boca, parece flema. Esto no es vómito. Se presenta sin ninguna señal de arcadas. Las señales de reflujo en los bebés suelen producirse al poco tiempo de haber comido. Estas señales incluyen regurgitaciones, vómitos, poco aumento de peso, dificultad para respirar o respiración acelerada, nerviosismo o irritabilidad inusuales. En niños más grandes, las señales de reflujo pueden incluir eructos, vómitos, sensación de acidez, dolor estomacal, sabor ácido o amargo en la boca, y dolor al tragar. Visite al proveedor de atención médica para realizar más pruebas si su hijo tiene estos síntomas.
Vómitos
Los ataques fuertes de tos pueden provocar arcadas y vómitos durante la tos o inmediatamente después de ella. Cuando un resfrío es la causa de la tos, es posible que su hijo trague mucha mucosidad. Esto puede provocar náuseas y vómitos. Comuníquese con su proveedor de atención médica si se producen vómitos repetidos.
Tos crónica (psicógena)
Algunos niños pueden toser o aclararse la garganta (carraspear) como parte de un problema del sistema nervioso o por un problema de salud mental. Este hábito también se conoce como tos psicógena o tos “nerviosa”. Este tipo de tos no tiene una causa física evidente. Por lo general, se detiene cuando el niño está dormido. Su hijo necesitará más evaluaciones para averiguar si esto es lo que le está causando la tos. Por lo general, necesitará que lo evalúe un psiquiatra o un neurólogo después de que se hayan descartado otras causas de tos crónica.
Tabaquismo pasivo
Los niños pequeños que están expuestos al humo del tabaco en sus hogares pueden sufrir de tos crónica, como también de los siguientes síntomas:
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Nariz tapada, dolor de garganta, o ronquera
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Irritación en los ojos, dolor de cabeza, o mareos
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Irritabilidad, pérdida del apetito o falta de energía
Los bebés y los niños menores de 2 años que están expuestos al humo del cigarrillo tienen un riesgo mayor de contraer las siguientes afecciones:
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Infecciones auditivas o de los senos paranasales, y problemas de audición
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Resfríos, bronquitis y neumonía
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Crup, gripe, bronquiolitis y asma
En niños que ya tienen asma, el tabaquismo pasivo aumenta la cantidad y la gravedad de los ataques. El tabaquismo pasivo es un grave riesgo de salud para su hijo. Debe hacer todo lo posible para prevenir esta exposición.
Seguimiento
Realice el seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo como se le indique si la tos no mejora. Tal vez sea necesario hacerle más pruebas a su hijo.
Nota: si se tomó una radiografía, un especialista la revisará. Le informarán los resultados nuevos que puedan afectar la atención médica que el niño recibe.
Cuándo debe buscar atención médica
En el caso de un niño saludable, llame a su proveedor de atención médica de inmediato si ocurre algo de lo siguiente:
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Fiebre (ver “La fiebre y los niños” más abajo)
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Silbido o chillido al respirar después de un ataque prolongado de tos
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Tose un esputo (moco) de color oscuro o tose sangre
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Respiración ruidosa
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Tos con sangre
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Sibilancias o dificultad para respirar
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Coloración azulada, violeta o gris en los labios o las uñas
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Falta de reacción o mareos
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Respiración acelerada:
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Desde recién nacido hasta las 6 semanas, más de 60 respiraciones por minuto
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Entre las 6 semanas y los 2 años, más de 45 respiraciones por minuto
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Entre los 3 y los 6 años, más de 35 respiraciones por minuto
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Entre los 7 y los 10 años, más de 30 respiraciones por minuto
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Mayor de 10 años, más de 25 respiraciones por minuto
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La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre estos, se incluyen los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila. Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 ºF (38 ºC) o más alta
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En la axila: 99 ºF (37.2 ºC) o más alta
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 ºF (38.9 ºC) o más alta
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En la axila: 101 ºF (38.3 ºC) o más alta
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 ºF (40 ºC) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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