Su hijo tiene una enfermedad respiratoria de las vías superiores (URI, por su sigla en inglés). Esta es otra manera de referirse al resfriado común. Esta enfermedad es causada por un virus y es contagiosa durante los primeros días. Se contagia por aire al toser o estornudar o mediante contacto directo. Es decir, al tocar a su hijo enfermo y luego tocar sus ojos, nariz o boca. Lavarse las manos a menudo reduce el riesgo de contagio del virus. La mayoría de las enfermedades virales mejoran en entre 7 y 14 días con reposo y cuidados en el hogar simples. Pero, en ocasiones, la enfermedad puede durar hasta cuatro semanas.
Los antibióticos no matan a los virus y, por lo general, no se recetan para las afecciones causadas por un virus. Si hay mucha irritación, las vías respiratorias pueden contraerse espasmódicamente y provocar sibilancias incluso en niños que no tienen asma. Es posible que le receten medicamentos, como un broncodilatador, para evitar las sibilancias.
Cuidados en el hogar
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Líquidos. La fiebre aumenta la pérdida de agua del cuerpo. Anime a su hijo a beber abundantes líquidos para aflojar las secreciones de los pulmones y hacer que le sea más fácil respirar.
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En bebés menores de 12 meses, continúe con la leche materna o de fórmula habitual. Entre una comida y otra, dele una solución de rehidratación oral. Puede comprarla sin receta en farmacias y tiendas de comestibles. En bebés menores de 1 año, continúe con la leche materna o de fórmula habitual. Entre una comida y otra, dele una solución de rehidratación oral.
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Si el niño es mayor de 1 año, dele muchos líquidos: agua, jugo de fruta, agua de gelatina, gaseosas sin cafeína, ginger-ale, limonada o helados de jugo.
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Alimentos. Si su hijo no quiere comer alimentos sólidos, está bien por algunos días, siempre y cuando beba muchos líquidos.
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Reposo. Los niños cuando tienen fiebre deben quedarse en casa, descansando o jugando tranquilos. Anime al niño a que tome siestas frecuentes. Su hijo puede regresar a la guardería o a la escuela una vez que la fiebre haya desaparecido, esté comiendo bien y se sienta mejor.
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Sueño. Permita que su hijo duerma mucho tiempo.
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Niños de 1 año o más: Colóquelo en una posición apenas elevada para dormir. Esto lo ayudará a respirar mejor. De ser posible, levante un poco la cabecera del colchón. O levante la cabeza de su hijo y la parte superior del cuerpo con almohadas. Consulte al proveedor de atención médica cuánto debe elevar la cabeza de su hijo.
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Bebés menores de 12 meses: nunca use almohadas ni haga dormir a su bebé boca abajo o de costado. Los bebés menores de 12 meses deben dormir boca arriba sobre una superficie plana. El bebé no debe dormir en asientos para coches, cochecitos, columpios ni mochilas portabebés. Si su bebé se duerme en alguno de ellos, acuéstelo sobre una superficie firme y plana lo antes posible.
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Tos. La tos es parte normal de esta enfermedad. Puede resultar útil colocar un humidificador de niebla fría junto a la cama. Limpie el humidificador todos los días para prevenir el moho. No se ha comprobado que los medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado den mejores resultados que un jarabe que no contiene medicamento. Incluso pueden causar efectos secundarios graves, especialmente en bebés menores de 2 años. No administre medicamentos de venta libre para la tos y los resfriados a niños menores de 6 años, salvo que su proveedor de atención médica se los haya recomendado específicamente.
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Mantenga a su hijo alejado del humo de cigarrillo. Eso puede agravar la tos. No permita que fumen en su hogar ni en su automóvil.
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Si su hijo toma algún medicamento recetado, hable siempre con el proveedor de atención médica antes de darle cualquier medicamento de venta libre, especialmente por primera vez.
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Congestión nasal. Succione la nariz del bebé con una jeringa de succión. Puede colocar 2 o 3 gotas nasales de solución salina en cada orificio de la nariz antes de succionar. Esto ayudará a diluir y eliminar las secreciones. Puede comprar las gotas salinas para la nariz sin receta. También puede preparar la solución agregando 1/4 de cucharadita de sal de mesa en 1 taza de agua.
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Fiebre. Use paracetamol pediátrico para aliviar la fiebre, la irritabilidad y el malestar, a no ser que le hayan recetado otro medicamento. En bebés mayores de 6 meses puede usar ibuprofeno o paracetamol para niños. Si su hijo tiene una enfermedad crónica del hígado o de los riñones o ha tenido alguna vez una úlcera estomacal o una hemorragia gastrointestinal, hable con su proveedor de atención médica antes de usar estos medicamentos.
Nunca le administre aspirinas a una persona menor de 18 años con una infección viral o fiebre. Puede causar daños graves en el hígado o en el cerebro, o incluso la muerte.
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Sibilancias. Si le recetaron un medicamento broncodilatador (spray, oral o nebulizador), haga que el niño se lo administre exactamente las veces que se lo indicaron. Si su hijo necesita dosis más frecuentes (especialmente de un inhalador de mano o un medicamento respiratorio en aerosol), esto es signo de que el broncoespasmo está empeorando. Si esto ocurre, comuníquese con su proveedor de atención médica o regrese a este centro de inmediato. También es importante aplicar la técnica correcta al usar un inhalador broncodilatador.
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Evite el contagio. Lavarse las manos antes y después de tocar al niño enfermo puede ayudar a prevenir nuevas infecciones. Lavarse bien las manos evitará que usted y sus otros hijos se contagien el virus. No se toque los ojos, la nariz ni la boca.
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Educación. De una forma adecuada para su edad, enséñele a su hijo cuándo, cómo y por qué debe lavarse las manos. Ejemplifique con un lavado de manos correcto. Aliente a los adultos en su hogar a lavarse las manos con frecuencia. Enseñe a todos los habitantes de la casa a no tocarse los ojos, la nariz o la boca.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo o según lo que se le haya indicado.
Cuándo debe buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo si ocurre algo de lo siguiente:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños" a continuación)
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Su niño está deshidratado, con uno o más de estos síntomas:
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No tiene lágrimas al llorar.
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Tiene ojos hundidos o boca seca.
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No moja pañales durante 8 horas en el caso de un bebé.
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Menos cantidad de orina en niños mayores.
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Dolor de oído, dolor en la cavidad nasal, dolor o rigidez en el cuello, dolor de cabeza, diarrea o vómitos persistentes
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Nerviosismo inusual
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Aparición de un sarpullido nuevo
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Aparición de síntomas nuevos o usted está preocupado por la situación de su hijo
Cuándo llamar al 911
Llame al
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Más sibilancias o dificultad para respirar
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Somnolencia inusual o confusión
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Se siente mareado o débil
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No puede hablar o no responde
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Labios o piel de color azulado, violeta o gris
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Respiración rápida:
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Del nacimiento a las 6 semanas: más de 60 respiraciones por minuto
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De 6 semanas a 2 años: más de 45 respiraciones por minuto
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De 3 a 6 años: más de 35 respiraciones por minuto
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De 7 a 10 años: más de 30 respiraciones por minuto
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Mayores de 10 años: más de 25 respiraciones por minuto
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La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé el proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
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