A medida que el cuerpo cambia durante el embarazo, la espalda debe trabajar de nuevas maneras; esta adaptación puede resultar dolorosa si la espalda no está preparada. El dolor de espalda se debe a muchas causas. Los cambios físicos del cuerpo pueden sobrecargar la espalda y los músculos que la apoyan. Además, el nivel de hormonas (sustancias químicas que transportan mensajes por todo el cuerpo) aumenta durante el embarazo, afectando la interacción de los músculos y las articulaciones. Todos estos cambios pueden provocar dolor.
Su espalda
La columna vertebral, que es la fila de huesos que atraviesa verticalmente la espalda, tiene tres curvas: la cervical, la torácica y la lumbar. Estas curvas apoyan el cuerpo y ayudan a mantener el equilibrio. Los músculos de la espalda y el abdomen refuerzan y sostienen la columna vertebral; los músculos de las nalgas, la pelvis y los muslos trabajan junto con la columna para permitir que uno se tuerza, se doble y levante objetos.
Su espalda durante el embarazo
Los cambios que se producen en el cuerpo durante el embarazo afectan la espalda y la postura (es decir, la posición que el cuerpo adopta). La forma y el tamaño del cuerpo cambian, obligando a los músculos a trabajar más duro. A medida que el cuerpo se prepara para el parto, la acción de las hormonas afloja los músculos, los ligamentos y las articulaciones de la pelvis; todo esto puede provocar dolor. Estos cambios pueden hacer que usted adopte una mala postura (se coloque en posiciones que sobrecargan la espalda) la cual, con el tiempo, suele ocasionar dolores de espalda.
