Tiene una quebradura (fractura) en la articulación de la rodilla. Esto provoca dolor, hinchazón y, en ocasiones, moretones.
Este tipo de fractura se trata con una férula, un yeso o una rodillera ortopédica, también llamada inmovilizador. La fractura puede tardar entre cuatro y seis semanas en curarse. Aunque puede pasar mucho más tiempo hasta que se recupere por completo y pueda retomar sus actividades. Puede necesitarse una cirugía para reparar lesiones graves.
Cuidados en el hogar
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Le darán una férula, un yeso o una rodillera ortopédica para evitar que la articulación de la rodilla se mueva. A menos que le indiquen lo contrario, use muletas o un andador. No cargue peso sobre la pierna lesionada hasta que su proveedor le indique que puede hacerlo. Las muletas y las andaderas se pueden alquilar en muchas farmacias y tiendas de suministros ortopédicos o quirúrgicos.
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Mantenga la pierna en alto (elevada) para reducir el dolor y la hinchazón. Para dormir, coloque una almohada debajo de la pierna lesionada. Al sentarse, apoye la pierna lesionada sobre algún soporte para que quede por encima del nivel del corazón. Es muy importante que haga eso durante las primeras 48 horas.
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Coloque una compresa de hielo sobre la zona lesionada durante no más de 15 o 20 minutos. Haga esto cada 1 a 2 horas durante las primeras 24 a 48 horas. Siga usando compresas de hielo para aliviar el dolor y la hinchazón según sea necesario.
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Para hacer una compresa de hielo, coloque cubos de hielo en una bolsa plástica y ciérrela. Envuelva la bolsa en una toalla o un paño limpio y fino. Nunca aplique hielo ni compresas de hielo directamente sobre la piel. Puede colocar la compresa de hielo sobre el yeso, la férula o la rodillera. Tenga cuidado de que el yeso, la férula o la rodillera no se moje a medida que se derrite el hielo.
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Si tiene una rodillera ortopédica con ganchos y sujetadores (y su proveedor de atención médica lo permite), ábrala y coloque la compresa de hielo directamente sobre la rodilla. Envuelva la compresa de hielo en una toalla o en un paño limpio y fino. Tenga cuidado de no mover la rodilla.
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Mantenga la férula, el yeso o la rodillera secos en todo momento. Cuando se duche o se bañe, proteja la férula, el yeso o la rodillera para que no se mojen. Cúbralos con dos bolsas de plástico grandes. Coloque una bolsa por fuera de la otra. Pegue cada bolsa con cinta adhesiva en la parte superior o use bandas elásticas. Incluso así puede filtrarse agua. Por eso, se recomienda mantener el yeso, la férula o la rodillera fuera del agua. Si la férula de fibra de vidrio o el yeso se humedecen, séquelos con un secador de cabello a temperatura fría.
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Puede usar analgésicos de venta libre para aliviar el dolor, a menos que le hayan recetado otro medicamento. Siempre hable con su proveedor antes de tomar estos medicamentos si tiene una enfermedad crónica del hígado o de los riñones, si alguna vez tuvo úlceras estomacales o hemorragias gastrointestinales o si toma anticoagulantes.
Visita de seguimiento
Programe una visita de control con su proveedor de atención médica en una semana, o según le hayan indicado. Es para asegurarse de que el hueso se suelde correctamente.
Si le hicieron radiografías, le informarán los resultados nuevos que puedan afectar su atención médica.
Cuándo buscar atención médica
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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La tablilla o férula se moja o se ablanda
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La férula o el yeso de fibra de vidrio permanecen húmedos por más de 24 horas
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El yeso o la férula tienen mal olor
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El yeso o la férula se aflojan
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Siente cada vez más dolor en la rodilla o que la rodillera, la férula o el yeso le ajustan cada vez más
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Los dedos de los pies se hinchan, se sienten fríos o entumecidos, se ven azulados o siente cosquilleo
